Los obispos españoles celebran los diez años de Felipe VI: “Su servicio es valioso en el tiempo en que vivimos”

La Conferencia Episcopal Española felicita al Rey de España en el décimo aniversario de su proclamación

“El servicio de Su Majestad a España y a los españoles, que realiza con generosa dedicación y entrega, es realmente valioso en el tiempo en que vivimos. Sirve para reforzar los vínculos entre todos los españoles y la unidad de nuestra nación y para señalar las necesidades y preocupaciones que afectan a nuestra sociedad y que, juntos, debemos atender”. De esta manera se ha expresado el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en su carta de felicitación a Felipe VI en el décimo aniversario de su proclamación.



En la misiva, el también arzobispo de Valladolid expresa los “mejores deseos” de los obispos españoles al mismo tiempo que invoca “la bendición del Señor sobre Su Majestad y el servicio que presta diligentemente a los españoles”. “Ruego haga extensivo nuestro afecto y oración a Su Majestad la Reina y a toda la Familia Real”, concluye el escrito.

Felipe VI ante el Jesús de Medinaceli

El rey Felipe VI ante la imagen del Cristo de Medinaceli el 1 de marzo de 2024. EFE/ Javier Lizón

Un Rey con fe

El 19 de junio de 2014, Felipe VI asumía el trono tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos I. Aunque ya no vemos a la familia real en la misa de Pascua –costumbre imprescindible en otras monarquías europeas contemporáneas– en Mallorca, en esta década el Rey ha participado en múltiples celebraciones religiosas, se ha santiguado siempre en los templos, ha venerado el Cristo de Medinaceli y ha seguido con naturalidad las contestaciones y ritos de la misa.

Felipe VI ha hecho la ofrenda al apóstol Santiago, acudido a funerales tanto de familiares como otros de un carácter más institucional y ha potenciado que sus hijas no solo reciban el bautismo en palacio sino que también comulguen y hagan la confirmación junto a sus compañeros de clase en el colegio –aunque no hemos visto ni una triste foto–.

Hace diez años se prescindió del Te Deum con motivo de la coronación y se ha retirado el crucifijo y la biblia de las tomas de posesión de los altos cargos del Estado en Zarzuela, potenciando la idea de que la fe, para ser auténtica, parte de una convicción personal e interior. Quizá por ello tampoco hemos visto a Felipe VI tomar posesión como ‘protocanónigo honorario’ de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. Ahora bien, eso no quita para que se mantengan las relaciones habituales con organismos como la diócesis castrense o la Conferencia Episcopal. 

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