La Iglesia en América Latina repudió y condenó el crimen del líder religioso y ambientalista Juan Antonio López, perpetrado con armas de fuego en el barrio de Tocoa en Honduras. De manera particular, la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), de la que fue integrante. pidió “verdad y justicia” en torno al asesinato, mientras que el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) resaltó su “testimonio de entrega y servicio al cuidado de la casa común”.
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En su mensaje, la REMAM, cuyo presidente es el arzobispo de Yucatán (México) Gustavo Rodríguez Vega, expresó su dolor por la muerte de Juan Antonio López.
“Nuestro hermano, reconocido líder religioso de las Comunidades Eclesiales de Base de Honduras, fue delegado de la Palabra, coordinador de la dimensión samaritana de la Diócesis de Trujillo, y miembro activo de la REMAM como integrante de la Comisión de Educación y Espiritualidad Ecológica”.
Testimonio de fe y obra por la casa común
La REMAM destacó que Juan Antonio López también fue esposo, padre, hombre de familia, amigo, profesional, poeta, una persona de bien y devoto de san Óscar Arnulfo Romero.
“Su memoria nos recuerda, al igual que muchas otras personas criminalizadas, como Berta Cáceres, otra víctima más de la violencia, que no es simplemente un nombre en una estadística, ni un número más. Era un hijo de Dios, un hermano afable y cercano. Honramos su testimonio de fe y su obra por el amor a una mejor casa común”.
Cabe recordar que en 2018, Juan Antonio López también fue criminalizado por defender la vida de los ríos Guapinol y San Pedro, y varias veces estuvo privado de la libertad injustamente.
Juan Antonio López en la celebración del Decreto Legislativo 18-2024 para la conservación del Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras. Foto: Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – Honduras
“En ese contexto de persecución -apuntó la REMAM- denunció constantes amenazas de muerte. Desde octubre de 2023, Juan tenía a su favor medidas cautelares dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); sin embargo, dichas medidas resultaron ineficaces hasta el momento de su asesinato”.
La red recordó que Juan Antonio López luchó por la cancelación de todos los contratos de las empresas mineras que dañan el parque nacional ‘Montaña Botaderos Carlos Escaleras’, y fue un ferviente defensor de los derechos de la Madre Tierra.
“Un sistema de muerte que engendra más ‘Juanes López'”
Para la REMAM, el asesinato de Juan Antonio López es un “mecanismo para silenciar las voces de los lideres comunitarios que, como él, luchan por el bien común frente a intereses económicos y políticos que recurren al asesinato como instrumento”.
Denunció que la muerte de Juan Antonio López no es un hecho aislado ni circunstancial pues cada vez más, las empresas extractivas, las alianzas entre el narcotráfico y los líderes políticos, “el actual modelo económico tecnocrático y, en esencia, el sistema de muerte, engendran más ‘Juanes López’ y ‘Bertas Cáceres’ en nuestros pueblos de Mesoamérica”.
La REMAM demandó que el gobierno de Honduras, encabezado por su presidenta Xiomara Castro, así como la fiscalía general de la República y la Corte Suprema de Justicia de ese país lleven a cabo una investigación exhaustiva que identifique a los responsables intelectuales y materiales “de este lamentable asesinato. De no ser así, exhortamos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a actuar con las implicaciones correspondientes”.
Entrega y servicio al cuidado de los más empobrecidos
Por su parte, el CELAM publicó un mensaje firmado por su presidente, el arzobispo de Porto Alegre, Brasil, Jaime Spengler, en el que expresaron su dolor por la muerte de Juan Antonio López.
También repudió toda forma de violencia; “lamentablemente el asesinato de Juan es reflejo de una pequeña porción de la sociedad que es intolerante, injusta y que quiere imponer su voluntad por medio de la fuerza”.
El organismo agradeció “al Señor porque mientras estuvo entre nosotros, Juan fue un testimonio de entrega y servicio al cuidado de la casa común, y de los más empobrecidos y sufridos de su país y de toda nuestra región de Centro América y México, particularmente desde nuestra apreciada REMAM. Siempre lo recordaremos por su espíritu de servicio”.
