El papa Francisco insta a los menesianos a trabajar para “devolver la sonrisa” a los niños víctimas de la guerra

“Os exhorto a que seáis padres de aquellos a quienes sois enviados, padres que reflejen el rostro amoroso y compasivo de Dios”

El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en el Capítulo General de los Hermanos de la Educación Cristiana de Ploërmel (menesianos). “Doy gracias al Señor por la obra de su Espíritu que se manifiesta en vuestro carisma, es decir, la evangelización de los niños y jóvenes a través de la educación”, ha dicho el Pontífice, recordando que hoy esta obra “está presente en varios países del mundo, porque han creído que todo es posible para quien se entrega totalmente al Señor y se pone al servicio del desarrollo humano integral de cada persona”.



Tal como ha señalado el Papa, esta congregación trabaja “en regiones del mundo donde la pobreza, el desempleo juvenil y las crisis sociales de todo tipo son rampantes”. “Os exhorto, por tanto, a que seáis padres de aquellos a quienes sois enviados, padres que reflejen el rostro amoroso y compasivo de Dios”, ha añadido.

“En un mundo en constante cambio, os ponéis generosamente al servicio de los jóvenes, atentos a sus aspiraciones y a su disposición. al mismo tiempo siempre recurrid a Cristo, regla suprema de vuestra vida”, ha reconocido Francisco. “Vuestra vocación os empuja a ir donde otros no van, hacia la periferia, hacia las personas que forman la categoría de los rechazados, los heridos por la vida y las víctimas”.

Recuperar la sonrisa

Por ello, ha deseado que su presencia “sea fuente de esperanza para muchos”. “En vuestro espíritu de fraternidad y acogida, reconocen otro rostro de la humanidad desfigurada por las guerras, la indiferencia y el rechazo de los más débiles”. “Esos niños, esos jóvenes, esa gente también tienen sueños, pero hoy, por muchas razones, son sueños destrozados. ¡Que les ayudéis a revivir sus sueños, creer en ellos y hacerlos realidad!”.

“Los niños juegan, incluso bajo las bombas, en países en guerra”, ha asegurado el Papa. “Pero una cosa que me llama la atención es que cuando niños de Ucrania que se han mudado aquí y viven aquí vienen a Roma, estos niños no sonríen: han perdido la sonrisa. La guerra hace esto: hace que los niños pierdan la sonrisa. ¡Trabajad para que recuperen la capacidad de sonreír!”.

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