Con un respeto que raya la frialdad, la realizadora austríaca se traslada al sur de Francia acompañando a una joven aquejada de esclerosis múltiple, cuyo escepticismo o aparente indiferencia hacia cuanto sucede a su alrededor contrasta con el abanico de actitudes que allí se dan cita: recogimiento y oración, expectación morbosa, asombro, egoísmo y envidias… Amén de las tres virtudes que constituyen la esencia de lo cristiano: fe en un Dios bondadoso y todopoderoso, no exenta de las dudas que suscita su libertad y discreción; esperanza de recuperar una vida “normal”, aunque cada una sea “especial” a sus ojos de Padre; y caridad, entendida como compasión por el que sufre, que aquí se traduce en entrega desinteresada como voluntarios y/o acompañantes de la Orden de Malta.
Ahora bien, más allá de esta sugerente lectura en clave religiosa, la cinta de Hausner propone una valiente reflexión sobre el sentido de la vida y los grandes temas en juego: el combate contra la soledad, la conquista de la felicidad, el pánico al dolor, las preguntas sin respuesta (¿por qué yo?), los silencios que hieren y el vértigo de lo desconocido. Las mismas inquietudes, en suma, a las que se enfrenta la fe cristiana cuando nos llama a buscar la salvación en la realidad cotidiana… y a no encomendar los males físicos (y espirituales) a intervenciones extraordinarias.
Esta película no invita a viajar a Lourdes, pero nos reconcilia con un cine que, sin apelar al melodrama hueco o a la teología de saldo, dice mucho y bien del ser humano y de sus eternas aspiraciones. También en este oficio caben los pequeños milagros.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Lourdes
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Jessica Hausner
FOTOGRAFÍA: Martin Gschlacht
PRODUCCIÓN: Martin Gschlacht, Philippe Bober y Susanne Marian
INTÉRPRETES: Sylvie Testud, Léa Seydoux, Bruno Todeschini, Elina Löwensohn, Gerhard Liebmann, Gilette Barbier, Katharina Flicker, Linde Prelog, Heidi Baratta
En el nº 2.702 de Vida Nueva.