Las conclusiones de esta encuesta, realizada por el servicio de estudios de Cáritas, bajo la coordinación del profesor de la Universidad de Navarra y miembro del Consejo Científico de la Fundación FOESSA, Miguel Laparra, se presentaron en el marco del Congreso Europeo sobre Pobreza y Exclusión Social, que se celebró en Madrid los días 4 y 5 de junio y en el que participaron expertos procedentes de 48 Cáritas nacionales de toda Europa.
Volviendo a los datos de la encuesta, si en 2007 había un 48,9% de la población que estaba integrada, ese porcentaje se ha reducido al 35,2% en 2009. De igual modo, si en el año de elaboración del informe se constataba que había un 34,9% de población en situación de integración precaria, en 2009 sube al 46,3%. Y si hace dos años era un 16,0% el nivel de la población en situación de pobreza moderada, en 2009 el índice es de un 19,6%.
Al utilizar la misma muestra que para el Informe de 2007, se han podido identificar cambios reales en familias concretas. Un 58% de los hogares han experimentado algún cambio significativo entre los espacios que van de la integración a la exclusión. A juicio de los expertos, esto implica que “muchos hogares han visto aparecer en estos años determinados problemas sociales que antes no tenían (un 36% pasa a condiciones peores) y que, al revés, también muchos han resuelto, a pesar de la crisis, los problemas que antes limitaban su participación en la sociedad (el 22% mejora la situación significativamente).
“La gravedad de esta diagnosis, más allá del deterioro que señala de los indicadores de relación social, es lo que supone de destrucción del tejido básico”, opinó Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española. “Este hecho supone para Cáritas y para toda la sociedad un verdadero reto, ya que además de trabajar a medio y largo plazo para recuperar el poder adquisitivo de todas estas personas, habrá que dedicar la mayor prioridad a la restauración del tejido social que se está perdiendo”.
Propuestas “desde los pobres”
Según Mora, “lo que presentamos son propuestas hechas desde los pobres. Son varias, pero las resumiría en una: nunca en la historia de la humanidad, pero hoy menos que nunca, es posible legitimar que existan más de 80 millones de pobres en Europa”. Entre las propuestas preparadas por la Confederación Europea figuran la de reducir en un 30% la cifra de 84 millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza. Asimismo reclama la erradicación de la pobreza infantil, la necesidad de mejoras en los ámbitos de la educación y la formación y la participación e integración de personas en riesgo de exclusión, entre otras.
Por su parte, Cáritas Española ha puesto a punto un documento de propuestas muy concretas y específicas dirigidas a avanzar hacia un modelo social en el que desaparezcan las situaciones de pobreza y exclusión más graves; a que los niveles de protección social y de seguridad y confianza de la población sean mayores; y a que las personas, colectivos, territorios y países con más dificultades cuenten con mecanismos para su incorporación social y su desarrollo integral.
Maradiaga: “La crisis ha venido de los bancos”
No obstante, para Rodríguez Maradiaga aún hay lugar para la esperanza, pues está convencido de que “la crisis no necesariamente es algo negativo. Una crisis bien resuelta se convierte en una oportunidad”, y observa cómo, poco a poco, va consolidándose el espíritu de la “globalización de la solidaridad”.
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