Para “dar una respuesta adecuada a este problema eclesial”, la FERE creó en el año 1992 la Fundación Educación Católica, que hoy ampara a 24 colegios de toda España. Sin embargo, debido a la proliferación de centros necesitados y a la dispersión geográfica, se pensó crear cinco fundaciones territoriales que agilizaran la gestión. Hasta el momento se han constituido tres, Educere, cuyo ámbito es Castilla León, Galicia, Asturias y Cantabria; Escuela Viva (Comunidad Valenciana y Murcia); y la propia Educación y Evangelio, puesta en marcha el 13 de julio de 2009 para atender a las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha.
Es el propio centro el que debe ponerse en contacto con la Fundación Educación y Evangelio que, tras una evaluación externa, decide si asumirá las funciones propias del ejercicio de la titularidad. Lo primero que se tiene en cuenta es que sea un centro de Iglesia, que cumpla una labor evangelizadora. También se atiende a otros aspectos referidos a la viabilidad, es decir, que la sociedad lo demande y sea económicamente sostenible. “Pero, por encima de todo –añade el secretario ejecutivo– valoramos que sea la única presencia de la Iglesia católica en la zona, como ocurre en muchas localidades”.
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