Buenas noticias desde Sudáfrica

Lramon 18(Lucía Ramón Carbonell– Profesora de la Cátedra de las Tres Religiones de la Universidad de Valencia)

“En Grand Rapids (EE.UU.) acaba de constituirse la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que aglutina a 230 iglesias en 108 países y a 80 millones de fieles, y que ha elegido como primer presidente a un pastor sudafricano negro: Jerry Pillay”

Antes de que termine el Mundial de Fútbol ya tenemos buenas noticias de Sudáfrica… al menos en lo ecuménico. Aunque no tenga repercusión mediática, representa una esperanza para la humanidad y para millones de cristianos que amamos a la Iglesia y deseamos que sea cada vez más ecuménica. Que los hermanos reformados caminen hacia una mayor unidad y que ésta se traduzca institucionalmente es una buena noticia.

En Grand Rapids (EE.UU.) acaba de constituirse la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que aglutina a 230 iglesias en 108 países y a 80 millones de fieles, y que ha elegido como primer presidente a un pastor sudafricano negro: Jerry Pillay. Miembro de la Iglesia Presbiteriana Unida de África del Sur, Pillay es un líder eclesial reconocido por su trabajo a favor del diálogo y la reconciliación. Ha integrado comisiones de mediación entre la Iglesia Reformada Holandesa y la Iglesia Reformada Unida de Sudáfrica, y en conflictos por cuestiones eclesiales e interreligiosas en Zimbabwe y Madagascar. Sin duda, representa el nuevo rostro del cristianismo del siglo XXI. Un cristianismo multirracial, transfronterizo y con el centro de gravedad en el sur y en el trabajo a favor de la paz y la justicia en medio de las heridas más lacerantes de la humanidad.

La Asamblea concluyó con la visión que las Iglesias reformadas tienen de la aportación fundamental que las comunidades cristianas debemos hacer a nuestras sociedades resquebrajadas por la hostilidad y las divisiones seculares: “Al tomarnos de la mano sabremos que hemos sido renovados para predicar la palabra de la gracia de Dios y de la vida abundante para todos en un mundo que necesita sanación”. Son buenas noticias: en el centenario de su nacimiento, el movimiento ecuménico sigue dando frutos tangibles y prometedores.

En el nº 2.714 de Vida Nueva.

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