(M. Gómez) En el aniversario del fin de la guerra civil (1953) que dividió la península coreana, se acaba de celebrar la tradicional Jornada de Oración por la reconciliación del pueblo coreano (que tuvo lugar el 20 de junio). Jornada especialmente significativa este año, cuando las ONG en Corea del Norte alertan de una inminente tragedia humanitaria, si el Gobierno de Pyongyang no levanta el actual bloqueo a la ayuda.
Con respecto a las tensiones entre ambos países, dice que “es una situación que no se registraba desde hacía décadas. Nuestra preocupación es salvar a los civiles inocentes y a los grupos más vulnerables, como los niños”. Y advierte: “La guerra sería una tragedia que todos queremos evitar”.
Con respecto a la función de la Iglesia, el presidente del Episcopado destaca que “en esta delicada situación, los líderes religiosos continúan proclamando una sola palabra: reconciliación”.
Cáritas Corea, Caritas Internationalis y el Consejo de las ONG coreanas han exhortado al Gobierno surcoreano a que retome la ayuda humanitaria al Norte. Seúl se ha mostrado abierto y ha prometido “buscar caminos para reactivar los canales humanitarios”.
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