Hoy, aunque recuerda con cariño el bonito pueblo de Blanca en la Vega del Segura, que le vio nacer y echa de menos a “la familia y esos amigos con los que converso y el tiempo pasa sin sentirlo”, el P. Fuentes reconoce que en su nueva patria ha encontrado “con creces” todo lo demás. “La gente de Bolivia me ha robado el corazón”, confiesa.
La pobreza, la desigualdad, el indigenismo o el sincretismo religioso del país constituyen para el nuevo secretario para la Pastoral de la CEB “un reto de enorme interés”. Y a él tratará de responder como lo ha hecho hasta la fecha: tanto en “lo material” (ahí están los diferentes proyectos educativos y de salud que forman la Fundación Sembrando Esperanza) como en la evangelización.
El P. Fuentes reivindica, asimismo, la necesidad de “formar laicos y confiar en ellos, dándoles el protagonismo que su bautismo reclama”. “Necesitamos comunidades vivas que contagien su fe en Cristo –añade–, y comunidades corresponsables, también en el sostenimiento económico de nuestra Iglesia, que cada vez debe ser menos dependiente de la ayuda externa”.
Más información en el nº 2.719 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea la entrevista íntegra aquí.