“El gran reto era elevarlos y atrapar el sonido de las campanas”. Lo solucionó utilizando el espacio como masa: “Junto a la base de la torre norte, instalé el grupo escultórico Las Cruces, que ya se habían exhibido en 2008 en el Palacio Episcopal de Málaga. Luego realicé El abrazo a la Cruz”, una pieza puramente expresionista de 3,5 metros de altura con una leyenda grabada en hierro: “El abrazo a la Cruz es un abrazo al Amor”.
Jorge piensa que “el arte cristiano no vende, pero nosotros, los artistas cristianos tenemos que dar testimonio de nuestra fe en todos los momentos de nuestra vida. Parte de ella la dedicamos a hacer arte, a recrear lo que ya creó el Supremo Hacedor (…). El artista cristiano nunca debe esconder sus creencias, aunque a veces vaya en detrimento de su éxito”.
Son varias las parroquias de la diócesis que disfrutan de la generosidad y el arte de Rando, pues no hay más que proponerle una idea para que aparezca con una obra de arte ‘a la medida’. Como el políptico que dejó con la boca abierta a los feligreses de La Natividad del Señor, en la barriada de La Paz.
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