Es el compromiso que unas 400 personas (laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas) han adquirido al término del Congreso de Laicos Católicos celebrado en Seúl (Corea del Sur) entre el 31 de agosto y el 5 de septiembre, bajo el título Proclamar a Jesucristo en el Asia actual.
“Testimoniar a Jesucristo, el salvador universal”, es la “gran misión”, el “servicio supremo y el don más grande que la Iglesia puede ofrecer al pueblo de Asia”, se lee en el mensaje final dirigido a los seglares asiáticos. “Asia está en un proceso de crecimiento y transformación social sin precedentes. (…) No obstante, debe afrontar serios problemas en la promoción de la libertad, de la justicia, solidaridad y desarrollo de condiciones de vida más humanas. (…) La específica contribución cristiana puede ser esencial para la solución de estos problemas”.
Entre los grandes temas que se han tratado durante estas jornadas, destaca el de la libertad religiosa. Según un informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada citado en los debates, se constata que, en una lista de 13 países con “graves limitaciones a la libertad religiosa”, diez están en Asia, y otras 15 naciones asiáticas están en la lista de los países que registran “limitaciones a la libertad religiosa”. Por eso en el mensaje final hay un agradecimiento a los que dan “valiente testimonio de su fe” en sociedades en las que incluso sufren hostilidades y amenazas por ello.
Más información en el nº 2.720 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la noticia completa aquí.