El arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del mencionado dicasterio vaticano, fue el encargado de abrir el congreso señalando que la prensa católica “puede ser un instrumento privilegiado en el no fácil deber de favorecer y nutrir la comprensión intelectual de la fe”. Tras interrogarse sobre lo que se considera hoy noticia en relación a la Iglesia, Celli lanzó otra duda a los asistentes: “Me pregunto si entre los desafíos que hoy afronta la prensa católica no está el de asegurar un espacio a la pregunta sobre el infinito”.
Coincidiendo con la celebración de este congreso mundial, el martes día 5 tuvo lugar en Roma la presentación internacional de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto del año próximo. El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), comparó a los jóvenes de hoy con los de 1989, año en que la JMJ también se celebró en nuestro país, concretamente en Santiago de Compostela. En aquella época, la palabra “revolución” tenía “mucho éxito”, mientras que hoy los adolescentes y veinteañeros lo que buscan es “trabajo, cercanía y un sentido a su vida”, señaló Rouco. El presidente de la CEE también intentó convencer a los que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor de que están equivocados: “Los jóvenes de 1989 estaban más alejados de la Iglesia de lo que lo están los de 2010”.
Tras el cardenal Rouco intervino César Franco Martínez, obispo auxiliar de Madrid y coordinador de la JMJ Madrid 2011, quien afirmó que este evento servirá para dar “un nuevo inicio” a la pastoral juvenil en España. Franco aseguró que será “un encuentro de fiesta, como ha dicho el Papa” y explicó que, debido a la crisis económica, el presupuesto de la JMJ se está realizando con “un criterio de austeridad”.
En el nº 2.724 de Vida Nueva.