Un corto (15 días) y el posterior debut en el largo (Concursante), tan apreciados por cierta crítica como ignorados por el resto de los mortales, eran todo su bagaje en la profesión. Pero su último trabajo, rodado con un solo actor (Ryan Reynolds) en un único escenario (un ataúd de madera), parece llamado a dar que hablar; y mucho. Ni es un monólogo con vocación teatral ni una historia de ciencia ficción sobre un planeta a punto de desaparecer. Lo que aquí se nos propone es un thriller: atípico, arriesgado, casi imposible, pero un thriller, al fin y al cabo.
Desde su inquietante comienzo a oscuras, entre toses y jadeos acelerados, Buried (Enterrado) introduce al espectador en la escalada de incertidumbre y desesperación que padece un transportista civil norteamericano secuestrado por insurgentes iraquíes dentro de una tumba en algún lugar del desierto. Un mechero, una linterna, un boli y un móvil son su única compañía. Aliados suficientes, sin embargo, para que el director ponga en marcha un poderoso ejercicio cinematográfico, pleno de ritmo, tensión dramática y un magnetismo desasosegante y cautivador a partes iguales. No necesita para ello voces en off, flashbacks o planos de exteriores. La imaginación del patio de butacas es su mejor arma.
Cada plano perfectamente estudiado, cada grito, cada silencio…, todo ayuda a describir con pulso de cirujano la cuenta atrás de este hombre atrapado en la trampa mortal de una sociedad (inevitable metáfora) cuya hipócrita burocracia no repara en daños colaterales. De ahí las oportunas puyas de la cinta contra el sistema y sus gotas de hiriente humor negro.
Se hace difícil recomendar (o desaconsejar) esta película, porque tanta angustia acumulada durante hora y media sólo es comparable a las soberbias lecciones de cine que nos regala. Eso sí, todo apunta a que estamos ante uno de los títulos imprescindibles de la cinematografía contemporánea.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Buried
DIRECCIÓN: Rodrigo Cortés
GUIÓN: Chris Sparling
FOTOGRAFÍA: Eduard Grau
MÚSICA: Víctor Reyes
PRODUCCIÓN: Adrián Guerra y Peter Safran
INTÉRPRETE: Ryan Reynolds
En el nº 2.724 de Vida Nueva.