Servicio o poder mediático

(Juan Rubio– Director de Vida Nueva)

En Roma nos hemos reunido un buen número de agentes de la información religiosa, procedentes de 85 países. Una riqueza variopinta, pese a que no gustó a los instalados en la información de pensamiento único. Un buen congreso cuando en Roma corren aires revueltos que intentan culpar de los conflictos del Papa a su equipo de colaboradores mediáticos. El modelo Lombardi no es el modelo Navarro Valls, para quien la información, entendida a la manera americana, era un adosado al staff de poder, controlando los teléfonos de media docena de directores de grandes periódicos del mundo. ¿La información como poder o como servicio? Aquí está la cuestión. Hay quien piensa que la furibunda campaña de The New York Times no se hubiera desatado con el perfil del antiguo portavoz, quien no sólo tenía claves, sino también poder. Bertone, Vian, Lombardi y Celli, los hombres de la comunicación del Papa, tienen otra idea distinta. Un proyecto de comunicación o es global, integrador y lleno de sentido, o pierde fiabilidad y se convierte en descarado instrumento de propaganda. Y la verdad de Dios no se impone, sino que se propone. Un congreso con nuevas claves.

Publicado en el nº 2.725 de Vida Nueva (del 16 al 22 de octubre de 2010).

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