En total, se enviaron cerca de 1,2 millones de euros menos (13,7) que en 2008, aunque según reconocen desde Obras Misionales, “la solidaridad no ha caído”. “Las aportaciones y esfuerzos económicos de los fieles se concentran en Cáritas en detrimento del Domund”, apuntan a Vida Nueva. También se ofrecieron menos herencias, que ocupaban un volumen importante en los últimos años.
Ante una situación en la que los recursos son cada vez más escasos, misioneros y pastores alzan la voz para reclamar ayuda. Es el caso del arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, quien, en su carta semanal, insiste en que “sin la ayuda económica del Primer Mundo, los misioneros, catequistas y comunidades cristianas de los países del Tercer Mundo van a encontrarse con necesidades casi imposibles de remontar”.
“Queremos ver a Jesús”
El lema elegido este año para la celebración del DOMUND es Queremos ver a Jesús. Así, se busca promover entre los fieles la sensibilidad hacia los que buscan conocer a Jesús, la participación en las distintas actividades organizadas por las comunidades eclesiales, la generosidad a través de aportaciones económicas y la oración por las vocaciones misioneras.
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