Un libro de Andrea Riccardi (San Pablo, 2011). La recensión es de Juan Rubio.
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Juan Pablo II. La biografía
Autor: Andrea Riccardi
Editorial: San Pablo
Ciudad: Madrid
Páginas: 664
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JUAN RUBIO | No parece que sea una biografía más sobre Juan Pablo II. Ya el título, precedido por un artículo determinado, le confiere un carácter más definitivo: Juan Pablo II. La biografía. Es lo que pretende el autor con este trabajo bien documentado, pero al que, sin duda, le faltan aún claves que solo podrán ofrecerse con el tiempo, cuando pueda accederse a la documentación total, y no solo vaticana. Habrá que esperar.
Andrea Riccardi no ha querido hacer un monumento al Papa, ahora beatificado, sino entender su vida desde el contexto histórico en el que vivió, pero también comprendiendo el período histórico desde su figura en los últimos 30 años. Hay ahí una trabazón clave en la biografía: no solo contextualiza al Papa en su mundo interno y externo, sino que el mundo hoy no puede entenderse sin su figura y obra. Tal es la fuerza de su grandeza. Y esta es la novedad de la biografía, bien documentada en algunos capítulos, poco crítica en otros y siempre realizada con un gran respeto y veneración por la figura, con quien el autor compartió cosmovisión y amistad. Hay una primera impresión en la biografía que arroja un saldo positivo: su contextualización histórica. Y esto ya es mucho. Pocas biografías lo habían logrado. Muchas han sido divulgativas, hagiográficas o simplemente periodísticas. Esta las tiene en cuenta a todas, pero es otra cosa.
No debe extrañar que Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, por lo que es conocido en muchos ambientes, haya escrito una biografía documentada y con rigor científico, propio del historiador, sobre el beato Juan Pablo II. Él es catedrático de Historia Contemporánea en Roma y conoce bien el terreno. En el texto se percibe una acertada aproximación a un líder global, no solo a un líder espiritual. Y es por eso también que los grandes trazos biográficos están abordados desde el escenario de la Historia universal. Tal es el caso del contexto histórico en el que es elegido un cardenal de un país lejano (cap. 9), pero de forma más significativa en uno de los capítulos que considero importante, el primero, en donde aborda el “misterio Wojtyla”, pues en él convergen fuerzas internas y externas que irradian al mundo, desde su propia cosmovisión.
Juan Pablo II no eran un intelectual. En la biografía aparece como un hombre con una gran fuerza interna, capaz de extraerla e influir con ella en el mundo. A desentrañar ese misterio dedica las primeras e interesantes páginas, y va salpicando el resto de capítulos, cuando aborda la caída del Muro de Berlín, el desmoronamiento del bloque soviético, sus relaciones con Oriente Medio y el mundo islámico y su incidencia en América, no solo en los Estados Unidos, sino también en el ámbito latinoamericano con una fuerte actuación en la Teología de la Liberación, aspecto en el que no se atreve mucho a entrar el autor y en el que hay lagunas considerables. La incidencia de este líder mundial se ve de forma expresa en un capítulo excelente, como el que dedica al atentado de 1981. Buenos capítulos en donde se aprecia el conocimiento del profesor de Historia Contemporánea son otros en donde vemos al papa Wojtyla caminando en los escenarios históricos, convencido de su papel en la Historia.
Si hubiera que advertir algo negativo en la obra, sería el deficiente trato que se concede a la disidencia interna que Juan Pablo II tuvo en la misma Iglesia, o incluso a los problemas no resueltos y que Benedicto XVI ha ido atendiendo. Riccardi ha pretendido mirar más al personaje histórico que al “sucesor de Pedro” y le ha salido más el “Papa Grande” que el “Papa Santo”, aunque nadie niega al texto una veneración subterránea que hace del historiador un devoto y del devoto un historiador. Un libro que vale la pena para la biblioteca personal. Es uno de esos libros que no pasa.
En el nº 2.755 de Vida Nueva.
