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Historia de la teología moral (II). La moral en el cristianismo antiguo (ss. I-VII)


Un libro de Marciano Vidal (Perpetuo Socorro, 2010). La recensión es de José Ramón Amor Pan.

Moral Cristianismo Antiguo

Historia de la teología moral (II). La moral en el cristianismo antiguo (ss. I-VII)

Autor: Marciano Vidal

Editorial: Perpetuo Socorro

Ciudad: Madrid

Páginas: 832

JOSÉ RAMÓN AMOR PAN | Esta obra es un magnífico exponente de eso que los geriatras denominan “envejecimiento activo”. Pues su autor nació en San Pedro de Trones, provincia de León y diócesis de Astorga, el 14 de junio de 1937. Está a punto de cumplir, pues, 74 años. Y lleva jubilado de su plaza de catedrático en la Universidad Pontificia Comillas desde 2005. El concepto “envejecimiento activo” fue adoptado por la OMS a finales de 1990. Se define como el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener un bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida. El objetivo es extender la calidad, la productividad y la esperanza de vida hasta edades avanzadas.

Y es que la jubilación no significa que uno no pueda seguir asombrando a la sociedad con su fecundidad intelectual y su creatividad, que es lo que hace Marciano Vidal con este monumental libro, primero en ser publicado de un total seis. Y es que, quien tuvo, retuvo.

El autor pone a nuestro servicio la riqueza bibliográfica acumulada durante su larga trayectoria como profesor de Teología Moral (maestro sería el término exacto), formador de tantas y tantas generaciones de agentes de pastoral y profesores. Y lo hace con esa capacidad de síntesis que ya había evidenciado en su Moral de Actitudes. Un servicio tanto más valioso porque viene a solventar una laguna largamente sentida por los que nos dedicamos a este campo de la reflexión intelectual: la carencia de una exposición convincente sobre la historia del pensamiento teológico-moral cristiano. “Se puede, y hasta se debe, hacer una apología del estudio histórico de la Teología Moral, anotando su conveniencia y sus utilidades”, afirma Marciano Vidal.

Advierte el profesor Vidal, con la humildad que le ha caracterizado siempre, que no es historiador de profesión, sino un teólogo sistemático, y que se ha decidido a realizar el proyecto por sí mismo desde el principio hasta el final porque, señala, “lo que se pierde en diversidad de perspectivas se ganará en unidad de orientación”. En esta obra se da especial importancia no solo a los textos, sino también a los contextos, algo muy valioso e importante para valorar en su justa medida esos textos. De ahí que se opte por encuadrarlos dentro de las coordenadas de la temporalidad y la espacialidad. Destacar, por último, la abundancia y riqueza de los subsidios bibliográficos con los que acompaña su recorrido, que permitirán a quien así lo desee ampliar cualquiera de los aspectos estudiados.

Literatura patrística

El volumen que tengo entre las manos tiene por objetivo recoger y transmitir el contenido moral que aparece en la literatura patrística. Aunque es el primero en ser publicado, no es el primero de la colección, de hecho lleva el número II: está previsto un volumen I, en el que se expondrán las raíces bíblicas y el contexto grecorromano de la moral cristiana, pero dicho libro saldrá a la luz al final de toda la serie. Como el propio autor pone de relieve, estamos ante un período de una gran importancia en la historia de la moral cristiana, puesto que en él “se va configurando un auténtico discurso teológico-moral (…), la Patrística echa las bases de los grandes tratados de moral”.

Y es que la Patrística es mucho más que un momento histórico en la formulación de la moral cristiana. Como recoge la Dei Verbum, “las palabras de los Santos Padres atestiguan la presencia de esta Tradición, cuyas riquezas van pasando a la práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora” (n. 8). En este sentido, el panorama que Marciano Vidal nos presenta en la conclusión general de su libro resulta iluminador y muy útil, y es el broche de oro a un libro magnífico, por el que felicitamos y damos las gracias a su autor y a la editorial Perpetuo Socorro.

En el nº 2.755 de Vida Nueva.

Actualizado
26/05/2011 | 11:53
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