EDITORIAL VIDA NUEVA | El próximo día 27 se celebra el Día del Turismo. La Iglesia, a través del Secretariado de Turismo y Tiempo Libre, aborda este importante reto en el que también cabe una evangelización.
Cuando el verano nos deja, y con él las vacaciones, el descanso, los viajes a lugares que desconocíamos y que nos han permitido asombrarnos ante la naturaleza y la obra del hombre, llega el momento para hacer balance. Es momento para agradecer la labor de aquellos que han trabajado durante este periodo para que otros pudiesen recargar energías. Una enseñanza que nos lleva a la fraternidad y a la caridad: nada somos sin el otro. El turismo tiene un reto humanizador y, en lo que tiene de tender puentes, la Iglesia puede y debe colaborar.
En el número 2.769 de Vida Nueva
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