Gaudí y los Bienes de la Franja


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Pepe LorenzoJOSÉ LORENZO | Redactor jefe de Vida Nueva

“Cataluña está de moda en el Vaticano. Atrás quedan suspicacias por el corte nacionalista de una Iglesia que no ha dejado que ahogaran sus raíces. Aquellas diócesis, con un episcopado plural, parecen haber aprendido a modular sus reivindicaciones con el acento del pragmatismo”.

Cataluña está de moda en el Vaticano. Atrás quedan suspicacias por el corte nacionalista de una Iglesia que no ha dejado que ahogaran sus raíces. Aquellas diócesis, con un episcopado plural, parecen haber aprendido a modular sus reivindicaciones con el acento del pragmatismo.

Tan es así, que los sectores integristas, los nostálgicos del “modelo Marcelo”, no han conseguido mellar a su figura más destacada, el cardenal Sistach, a pesar de las cargas de profundidad que le han soltado en la Red. Es más, hoy la sonrisa es imprescindible al oír a ilustres prefectos hablar la lengua de mosén Verdaguer, una vez que Benedicto XVI hizo lo propio, claro está, va a hacer ahora un año. [Especial Visita del Papa a Compostela y Barcelona]

La labor de los cardenales Sistach y Bertone ha sido fundamental en esta nueva etapa. La muestra más palpable del nuevo idilio (que causa unos poquitos celos en Madrid, todo hay que decirlo) fue la histórica visita del Papa, en noviembre pasado, a Barcelona, donde quedó impresionado por la Sagrada Familia de Gaudí, desde entonces, icono para la Nueva Evangelización. De hecho, en breve, la Santa Sede acogerá una exposición sobre el arquitecto catalán, de cuyo proceso de beatificación se espera un impulso definitivo.

No es extraño, pues, que un gobierno nacionalista y, además, con pátina democristiana, como el de Artur Mas, quiera estrechar relaciones bilaterales con la Santa Sede, tener un trato más de tú a tú, vamos, de Estado a Estado, como quien dice. Mas no pudo recibir a Benedicto XVI en Barcelona como cap de Govern. ¿Se lo imaginan encabezando la nómina de autoridades civiles en la beatificación de un catalán universal como Gaudí? Pero hay un problemilla: los Bienes de la Franja.

Seguro que en los Palacios Apostólicos verían muy bien –y ni les cuento el sufrido obispo Joan Piris– que Mas hiciese las indicaciones oportunas para que esos tesoros, ahora retenidos en el Museo Diocesano de Lleida, retornasen a Aragón, como dictaminó hace años el Vaticano y, más recientemente, de nuevo, los tribunales civiles. ¿Se atreverá el Molt Honorable a hacer ese gesto?

En el nº 2.772 de Vida Nueva.