Un libro de José Luis Sicre (Verbo Divino, 2011). La recensión es de Federico Pastor-Ramos.
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Introducción al Antiguo Testamento
Autor: José Luis Sicre
Editorial: Verbo Divino
Ciudad: Estella
Páginas: 440
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FEDERICO PASTOR-RAMOS | José Luis Sicre no necesita presentación, al menos para los que nos dedicamos a los estudios bíblicos. Pero no todos tienen el privilegio de conocerle, por lo que conviene decir –sin exageración alguna– que el autor de este libro es uno de los mejores biblistas españoles, como muestran sus múltiples publicaciones y atestigua su docencia dentro y fuera de España.
Una de ellas, aparecida hace prácticamente veinte años, ha sido ahora actualizada. No se puede decir que sea una segunda edición, sino una puesta al día de la versión anterior, añadiendo mucho material nuevo (casi 200 páginas), que –como el propio Sicre detalla en el prólogo– revisa el contenido de aquella primera obra.
Para quienes no conocen el libro anterior, hay que decir que este consta de seis temas (“Aproximación al Antiguo Testamento”, “El Pentateuco”, “La historia deuteronomista”, “Los profetas, libros sapienciales y poéticos” y “Breve historia de Israel”), distribución paralela a la antigua. Dentro de cada tema, hay una serie de subdivisiones correspondientes a los puntos más importantes y, al final, una bibliografía más bien amplia y muy puesta al día. Se trata, por tanto, de una auténtica introducción al Antiguo Testamento tal como hoy se estudia a nivel científico, serio y creyente.
Ampliado y modificado
Las ampliaciones y modificaciones más importantes se refieren al “estado actual de la investigación sobre el Pentateuco” (pp. 103-109). Para quienes estábamos acostumbrados a la teoría documentaria tradicional (Yahvista, Elohista, Deuteronomio y Código Sacerdotal como palabras clave), resulta muy útil una presentación breve y clara de por dónde se mueven las actuales tendencias en este punto. Y algo parecido cabe sugerir de “la investigación sobre la Historia deteronomista” (pp. 193-210). Quizás a los lectores menos iniciados esas páginas les parezcan complicadas. Mi consejo es que sigan las indicaciones que el autor da para facilitar la lectura de la obra y adaptar su uso a las necesidades e intereses de los diferentes públicos.
El nivel del libro sería el adecuado para un estudiante de los primeros cursos de Teología o un lector interesado en estos temas y con cierta preparación. Hay muchas partes de un nivel relativamente inicial, con informaciones sencillas e indispensables para comprender el Antiguo Testamento. Pero en otros momentos, como en las dos cuestiones reseñadas, el listón se eleva.
Por otra parte, Sicre consigue en gran medida uno de los objetivos que –como él mismo confiesa– se propuso al escribir esta Introducción: que fuera amena y práctica (algo que aparece en otras obras del autor, y cuya mejor muestra son las Memorias de Andrónico).
Así, además de una gran abundancia de datos expuestos ordenadamente, ha conservado secciones didácticas de la anterior versión, como “el toro de Zacarías” (pp. 146-148) o la “entrevista con el autor” del libro de Job (pp. 343-353) y ha añadido otras (pp. 317-328 o 357-358). Todas ellas, a modo de cuentos, historietas u otras formas literarias de divulgación, pero con sólido fundamento científico bajo su apariencia más leve, ayudan al acercamiento a los complejos problemas exegéticos.
En resumen, una introducción muy recomendable y que hace desear que el autor nos siga brindando los frutos de su fecundo trabajo de investigación y divulgación.
En el nº 2.778 de Vida Nueva.