EDITORIAL VIDA NUEVA | Fruto de la visita papal, el Gobierno cubano declaró el Viernes Santo como día festivo por primera vez en el último medio siglo. Aunque está por ver si esta medida, de carácter “excepcional”, se mantendrá en años sucesivos. ¿Soplan nuevos vientos de libertad religiosa en la Isla?
Podría parecer que sí, dada también la mayor participación del pueblo en las procesiones de estos días. Pero eso es solo libertad de culto (¡que no es poco!). Para que la libertad religiosa sea un hecho, las autoridades deberán contemplarla en el marco de la identidad y misión de la Iglesia que Benedicto XVI reinvindicó en sus discursos.
Porque también los creyentes, como ciudadanos que son, pueden y deben contribuir a la construcción de la nueva Cuba.
En el nº 2.796 de Vida Nueva. Del 14 al 20 de abril de 2012
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