JOSÉ LUIS CELADA | Redactor de Vida Nueva
“Porque una cosa es contemplar impotentes el deterioro de tantos derechos, y otra bien distinta callar y que nos tomen por tontos…”.
Vino el tío PP con las rebajas y, en los austeros Presupuestos Generales del Estado para 2012, ciencias y letras han sufrido duros recortes: el tijererazo en Investigación supera el 25% respecto a 2011, pero es que Educación (más de un 21%) y Cultura (por encima del 15%) no le van a la zaga.
Aquí no se trata ya de debates en torno a la piratería, las descargas ilegales o el canon digital, sino de decisiones políticas con escasa capacidad de maniobra. Para quienes las toman –eso argumentan una y otra vez en nombre de la dichosa crisis–, pero, sobre todo, para cuantos pagamos sus consecuencias.
¿Qué nos queda, aparte de apechugar? Alzar la voz. Porque una cosa es contemplar impotentes el deterioro de tantos derechos, y otra bien distinta callar y que nos tomen por tontos; mientras nos cuentan –entre otras novedades– que la partida para Defensa apenas se reducirá un 9%.
¿Es esta la cultura de la paz que nos invitan a inculcar a las futuras generaciones?, ¿con qué medios?, ¿a qué precio? Aun así, todavía son muchos los que, por ejemplo, hablan con desdén de nuestro cine (hasta un 35% descenderán las ayudas al sector), esos que se refieren a él como españoladas. ¡Y las que nos quedan por aguantar… no solo en el séptimo arte!
En el nº 2.798 de Vida Nueva
