Una obra de Enrique Martínez Lozano (Desclée de Brouwer, 2012). La recensión es de Francisco Armenteros Montiel
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¿Qué decimos cuando decimos el Credo? Una lectura no-dual
Autor: Enrique Martínez Lozano
Editorial: Desclée de Brouwer, 2012
Ciudad: Bilbao
Páginas: 160
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FRANCISCO ARMENTEROS MONTIEL | Un misionero en Japón (inculturación) rezaba así: “En el nombre del Silencio, de la Palabra y de la Armonía”; el autor –psicoterapeuta, psicólogo y teólogo– lo haría así: “En el nombre del Misterio, de la Identidad y del Dinamismo”, o de Lo Que Es, la Presencia y la Realidad; fruto del deseo de un trasvase cultural.
El punto de partida es un modelo de cognición no-dual (transmental, transegoico), previo a la razón, distinto al dual (mental, egoico, cartesiano) que opera a partir de la dualidad sujeto/objeto.
Sintoniza con el teólogo indigenista R. Tomichá: armonía, equilibrio, no dualidad. También parte del lamentable paso de la “vida” a la “doctrina”; Benedicto XVI lo dice así: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética…, sino por el encuentro…, con una Persona, que da… una orientación decisiva (Deus Caritas est, 1); o según el esquema del Catecismo: de la profesión de fe a la vida en Cristo, pasando por la celebración del misterio cristiano.
Martínez Lozano expone su propuesta, de modo “humilde y respetuoso” con otras formas de lectura, con el fin de “aportar coherencia, lucidez, descanso, amplitud…”; y advierte de los errores del deísmo, el antropomorfismo, el materialismo, el panteísmo, el relativismo, el narcisismo, las pseudoespiritualidades (New Age), el laicismo dogmático, etc.
En torno al Espíritu Santo, afirma: “Al silenciarse el pensamiento, emerge la comprensión”; así, es mérito del texto animar a profundizar, repensar; a no repetir domingo tras domingo lo mismo sin pararse a analizar qué se dice en el Credo; a no vivir –añado– con la fe del carbonero.
Se agradece que explique qué es un profeta, el sentido de la cruz, el descenso a los infiernos, la comunión de los santos, cómo parar la mente, la diferencia entre culto y sabio, la incompatibilidad religión-guerra, etc.
Inteligencia espiritual
Las referencias a autores como Küng, Panikkar, Sobrino, aunque correctas, pueden sorprender a algunos lectores. La propuesta final es cultivar la inteligencia espiritual.
El tiempo dirá el alcance de la intuición del autor. Sin duda, un fruto es animar al lector a analizar y profundizar el contenido del Credo, repensar qué decimos cuando lo decimos, acudiendo al Magisterio de la Iglesia, al Catecismo de la Iglesia Católica y, sobre todo, a combinar doctrina y vida: fe y vida; de ahí la provocación.
En el nº 2.804 de Vida Nueva.