Un libro de Jean-Louis Ska (Sal Terrae, 2012). La recensión es de Vida Nueva
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Introducción al Antiguo Testamento
Autor: Jean-Louis Ska
Editorial: Sal Terrae, 2012
Ciudad: Santander
Páginas: 167
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VIDA NUEVA | Es sabido que el mundo bíblico anda un tanto revuelto desde hace ya unos cuantos años, y especialmente en lo que atañe al Antiguo Testamento. La “hipótesis documentaria” –elevada a “dogma” durante décadas– ha sufrido tan importantes críticas desde los años 80 del siglo pasado que no es exagerado decir que lo que se enseñaba en aquellos tiempos en las facultades de teología y seminarios a este respecto está ya en gran parte obsoleto.
Por eso son de muy de agradecer libros como el que ahora presentamos: una introducción al Antiguo Testamento hecha con solvencia, claridad y en pocas páginas.
La solvencia es la del autor, Jean-Louis Ska, jesuita belga, profesor en el Pontificio Instituto Bíblico desde 1983 y reconocido biblista (a él le debemos alguna espléndida introducción al Pentateuco) con notables aportaciones a la exégesis narratológica.
La claridad, que con frecuencia tanto se echa en falta en el campo bíblico especializado, corre paralela a la relativa brevedad de la obra. En efecto, si se dispone de –solamente– 136 páginas para hacer una introducción a ese vasto y heterogéneo corpus de literatura que es el Antiguo Testamento, resulta obligado ir a lo esencial y decirlo con nitidez (aunque necesariamente se pierdan matices). Así volvemos de nuevo a la solvencia del autor, ya que no es nada fácil llevar a cabo una tarea como esa.
En términos muy generales, Ska va presentando los diversos conjuntos de escritos veterotestamentarios –la Torá o Pentateuco, los Profetas (anteriores y posteriores) y los Escritos– como aquellas obras que acabaron formando parte de la “Biblioteca Nacional de Israel”, constituida por la Torá (Pentateuco), comentarios a la Torá (Profetas) y meditaciones sobre la Torá (Escritos).
En la misma línea que la mayoría de los exegetas actualmente –casi lo único en lo que hay una cierta unanimidad–, el profesor Ska subraya la importancia del exilio babilónico y, sobre todo, de la época persa en la confección de esa biblioteca.
Habilidad ‘pedagógica’
Por otra parte, es de destacar en la obra la habilidad “pedagógica” de su autor a la hora de presentar los libros o los autores bíblicos tratados.
Así, por ejemplo, el patriarca José es presentado como el “americano” del Génesis, es decir, el prototipo de pariente que ha emigrado y ha prosperado en tierra extraña, estando en condiciones de ayudar al resto de la familia (pp. 40-42). O los profetas, de los que se habla en el capítulo 4 bajo un sugerente título: “Los profetas: escritores, periodistas, columnistas y analistas de su época” (p. 88).
En el nº 2.805 de Vida Nueva.