Autor de ‘Cercar Déu a Montserrat’ (Publicacions de l’Abadia de Montserrat)
J. L. CELADA | Tiene 68 años y acaba de cumplir los 50 de profesión monástica. De ahí que, “a sugerencia de un hermano de comunidad hace ya doce años”, el P. Bernabé Dalmau decidiera preparar “con mucha ilusión” este nuevo libro: Cercar Déu a Montserrat, publicado en catalán, aunque traducido al final del mismo texto al castellano y al inglés.
La obra quiere ser, de alguna manera, “una visión de síntesis muy personal” de su modo de concebir la vida benedictina “teniendo en cuenta la atención que la Regla pone en la estabilidad como muestra de la radicación de la comunidad y de cada monje en un lugar concreto”.
Durante todo este tiempo, además del trabajo pastoral y el servicio a las publicaciones de la Abadía, el monje de Igualada se ha dedicado a editar libros de divulgación religiosa y, en particular, de liturgia. Ahora, por ejemplo, está en imprenta una selección de textos del Vaticano II “distribuidos para que puedan fomentar la vivencia del año litúrgico”.
– ¿Es más fácil buscar a Dios en Montserrat que en otros lugares?
– No es más fácil. La Regla benedictina afirma que en todo lugar se sirve al mismo Señor. En el fondo, lo que importa es que cada cristiano busque a Dios en el lugar donde lo pueda encontrar. Sin embargo, no es superfluo el ambiente exterior, el contexto vital, que, a pesar de la apariencias externas, Montserrat ofrece para quien se sienta llamado a seguir a Jesucristo en la vida monástica.
– ¿Qué se va a encontrar el lector en este libro suyo?
– El lector encontrará una presentación de Montserrat en su dimensión de monasterio. Es decir, con una cierta abstracción de la dimensión de santuario mariano de alcance universal y de la configuración singular de la montaña. Los monasterios que no tienen un paisaje sugestivo ni son santuario suelen poseer alguna publicación que presenta la vida monástica en aquel lugar sagrado. Esto es lo que faltaba en nuestro mundo editorial, ya que, como es lógico, el monasterio de Montserrat es inseparable de su entorno geográfico y de la dimensión mariana del santuario. A través del hilo conductivo del quaerere Deum –que san Benito indica como principal elemento de discernimiento de una vocación– se describen la historia, los edificios, la espiritualidad y el momento actual de la comunidad benedictina de Montserrat.
– ¿Los miles y miles de peregrinos y/o turistas que recibe el monasterio conocen suficientemente la vida monástica que hay detrás?
– No la conocen, porque lo que atrae a los peregrinos es precisamente la montaña y el santuario. Sin embargo, aunque no lo perciban directamente, se benefician del carácter monástico de los custodios del santuario, ya que la piedad mariana que se fomenta es proyección de la vida monástica y toda la pastoral y la religiosidad popular giran entorno a la liturgia.
– ¿Teme que el atractivo turístico de Montserrat sofoque ese remanso de paz y silencio para el cultivo del espíritu?
– Siempre ha sido un objetivo prioritario de la comunidad benedictina fomentar el clima de santuario en todo el recinto y que los aspectos más directamente turísticos conlleven un mensaje de espiritualidad y de cultura.
– ¿Qué imagen le gustaría que el visitante se llevase de Montserrat?
– Me gustaría que cualquier persona que visite Montserrat se lleve el recuerdo de una llamada interior a buscar a Dios y, si ya es creyente, a profundizar en su vida de fe y de caridad.
En el nº 2.821 de Vida Nueva.