JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | El programa ‘Pueblo de Dios’ cumple 30 años. Cada mañana de domingo, el equipo que coordina Julián del Olmo acerca una Iglesia viva, misionera y samaritana. Es la cara distinta de la que destacan muchos titulares escritos con la tinta del escándalo.
La Iglesia que muestra ‘Pueblo de Dios’ es la que escribe cada día el quinto evangelio, “el evangelio de las obras”, el que Jesús dejara que escribiéramos junto a ellos, que siempre estarán con nosotros.
Conozco gente, muchos de ellos no creyentes o tibios en la fe, que ven el programa y quedan zarandeados en su conciencia por las experiencias que ahí se cuentan. Son relatos de hombres y mujeres entregados a los más pobres, en una Iglesia alejada de la basura interna y traicionera, pero comprometida con lo que para el mundo es basura pero, para los cristianos, lugar teológico: los pobres.
Hay que seguir apoyando al equipo de profesionales que nos muestra este quinto evangelio cada domingo, apostando por estos programas y velando para que, desde solios alejados, no se los quiten de un plumazo para cambiar la parrilla por largos discursos teológicos en los que solo se habla de Dios, pero no de cómo sigue llorando en la tierra. No es que lo hagáis bien. Es que también sois necesarios.
- LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: Continúa la limpieza en los sótanos vaticanos, por Juan Rubio
En el nº 2.821 de Vida Nueva.