JOSÉ ANTONIO SOLÓRZANO PÉREZ | Comenzar en el ámbito educativo cristiano con las Jornadas de Pastoral es una buena forma de afrontar cada año nuevo. Y si ese año es proclamado como Año de la fe, mucho más. Porque si algo debe alentar la escuela cristiana, además de saberes creíbles, es la fe en todas sus formas más variadas: en la persona, en cada uno de los que en ella trabajan, en los alumnos, en las mil posibilidades escondidas, en la fe en Dios, en Jesucristo y su mensaje salvífico.
La fe ejercida desde los albores del día, desde que cada centro abre sus puertas y las cierra cada tarde con la creencia firme y duradera de que lo que se ha enseñado, compartido, alentado, es fiable y sirve para dar sentido a la vida más allá de las aulas.
Las Jornadas de Pastoral de este año 2013 llevan ese denominador común: la fe hecha carta personal, la fe desplegada en una cartografía multicolor de posibilidades y por la que se puede transitar con seguridad. Aprender a trazar el propio mapa de la fe y en él los rumbos de la misma que se pueden tomar, porque nunca son únicos.
Cartografía de la Fe es el título sobre el que dibujarán rumbos sugerentes los seis conferenciantes elegidos para esta travesía pastoral-educativa.
Cambio de rumbo
Con todos estos ingredientes, las XXII Jornadas de Pastoral Educativa de Escuelas Católicas prometen ser, este Año de la fe, unas jornadas creíbles, profundas, divertidas y que dejarán su huella/surco en el mar educativo.
Nunca como ahora, en tiempos inclementes, se necesitan agentes de pastoral educativa recios y convencidos. No se hablará de la “crisis”, pero sí del “cambio” de rumbo que la educación cristiana precisa si queremos mantenernos unidos al mástil de la fe eclesial, que nunca es uniforme, sino pluriforme y variada como el oleaje marino, unas veces tormentoso, otras en calma. Para ello se necesita tensar las velas y dejar que el viento del Espíritu sople con fuerza.
Y, así, desde la organización animan a participar a cuantos se encuentran trabajando con ilusión y ganas en la educación cristiana de la fe: educadores, catequistas, monitores, agentes de pastoral, titulares, padres de familia. Y sobre todo a directivos, que necesitan escuchar sobre nuevos rumbos para que su centro/barca educativa no vaya a la deriva.
En el nº 2.832 de Vida Nueva.