JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Todos sabemos de la importancia de los espacios educativos en los más diversos campos. La historia de la educación en España es la historia paralela de grandes esfuerzos, pero también de grandes enfrentamientos, desafios, sangre, sudor y lágrimas. Recorrerla es sentir escalofríos. A la Iglesia nadie puede negarle este espacio, este lugar en el que busca proponer su fe como una palabra de sentido que vertebre la vida entera de los jóvenes. Y lo ha de hacer sin convertir la fe en ideología, sino como propuesta abierta, pero con la firmeza del convencimiento.
Pero poco se puede hacer si la guerra se declara en el interior de la propia Iglesia, zarandeando a unos, aupando a otros, vituperando a los más. Cuando hacemos de la Escuela Católica un campo de batalla, quienes más sufren los daños colaterales son los jóvenes. Dejarse llevar por la guerra ideológica del político de turno es ceder a guerras absurdas.
Lo importante es seguir proponiendo, alentando y ayudando a conformar en libertad a los hombres y mujeres del mañana sin trincheras ni partes de guerra. Este es el mejor servicio que se puede hacer desde la unidad y desde la rica comunión eclesial.
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- LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: Las Jornadas de Pastoral y la cartografía de la fe, por Juan Rubio
En el nº 2.845 de Vida Nueva.