El Día del Papa

papa Francisco saluda desde el papamóvil en la Plaza de San Pedro a la multitud de fieles

papa Francisco saluda desde el papamóvil en la Plaza de San Pedro a la multitud de fieles

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Y en este asombroso cambio que nos habla de una Iglesia más cercana, más hogar y menos cuartel, más familia que asociación, el papa Francisco se ha puesto a la cabeza, levantando esperanzas. Cada día, un gesto, un mensaje, un aliento para ir logrando esa Iglesia referente, más que autorreferencial.

Es este el primer Día del Papa que Francisco celebra como pastor de la Iglesia universal. En estos más de cien días ha mostrado cómo la misma Iglesia, en la misma tradición apostólica, abre cauces y caminos. Cuentan que no hace mucho, a tenor de unos asuntos de tono litúrgico, derivados de las celebraciones eucarísticas de un conocido movimiento eclesial, se quedó mirando al interlocutor y le dijo: “No se preocupe. No perdamos tiempo. Hay cosas más urgentes y necesarias que atender”.

Es la urgencia por la evangelización de un trabajador que no se siente príncipe del Renacimiento y que asombra por dejar la silla vacía en un concierto. Prefiere acudir a la vecina estación de tren para saludar a los niños. O recibir a su viejo amigo, el rabino de Buenos Aires, para abrir un diálogo interreligioso interesante. Y esperemos a Río de Janeiro. Allí asombrará.

En el nº 2.854 de Vida Nueva.

 

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