Una obra de Emilio Pinto Rodríguez (autoedición, 2012). La recensión es de Herminio Otero
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Título: Navegantes de la fe. Reflexiones de un maestro buscador de tesoros
Autor: Emilio Pinto Rodríguez
Editorial: autoedición, 2012
Ciudad: Madrid
Páginas: 360
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HERMINIO OTERO | El autor de estas Reflexiones de un maestro buscador de tesoros nos ofrece un original libro, en el que vierte sus experiencias de educador, casi siempre con adolescentes y jóvenes difíciles, y sus indagaciones como creyente que ha navegado mares tranquilos y también tumultuosos, para ayudarnos a descubrir el tesoro de la fe.
El libro, dedicado al arzobispo de Zaragoza y con un desbordante prólogo de J. A. Solórzano, tuvo su origen en la invitación para impartir unas conferencias con ocasión del Año de la fe. De hecho, incluye al final la carta apostólica Porta fidei con la que se convocaba el Año de la fe y la nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe con las indicaciones pastorales.
En el medio, tres grandes partes nos invitan con metáforas sugerentes a trazar nuestro propio itinerario, superando los peligros visibles e invisibles, para pasar de la palabra a la práctica (y aprender a orar, por ejemplo, orando), y nos guían para llegar a ser maestros con magia que encantan a sus alumnos y les convierten en protagonistas creativos, de tal forma que escuelas y maestros se convierten en semilleros de fe. Así, se convierte en un libro para arriesgar en la educación como camino previo y definitivo para evangelizar.
El autor confiesa que la obra es el resultado de muchos autores, maestros y alumnos, y que su trabajo ha consistido, como en la nueva cocina, en “deconstruir” para dar un nuevo sabor, reconociendo todas las materias primas, es decir, a los grandes de la pedagogía, la filosofía, la psicología… Y lo hace con la cordura de un caminante y la humildad del indagador, que sabe poner palabras sencillas a sentimientos y actitudes a través de símbolos vitales muy sugerentes. Recoge también, a modo de ilustraciones, la sabiduría condensada en textos, parábolas y anécdotas, que confirman cada breve exposición.
La obra, muy bien estructurada, tiene una arquitectura sólida anclada en experiencias vividas y que pueden volverse a vivir. Se convierte, así, en un libro para recorrer una y otra vez, incluso a saltos, con la seguridad de que nos iluminarán certeros fogonazos de sabiduría educativa y evangelizadora. Y, a la vez, es un libro incompleto, pues exige reescribirlo con las propias experiencias y búsquedas, y concretarlo en un itinerario para seguirlo personalmente y, sobre todo, en grupo.
Un dato importante: el libro, de (auto)edición muy cuidada, solo se puede adquirir pidiéndoselo directamente al autor (epintorodriguez@yahoo.es).
En el nº 2.856 de Vida Nueva.