Un peregrino en la JMJ: Francisco en español

papa Francisco con la bandera argentina tras el encuentro con los jóvenes argentinos en la
papa Francisco con la bandera argentina tras el encuentro con los jóvenes argentinos en la

Francisco reservó un hueco para verse con los jóvenes argentinos ayer jueves

ÓSCAR ELIZALDE, redactor jefe de VNColombia y enviado especial a Río | Me gusta cuando Francisco habla en español. Lo hemos visto y escuchado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Sus primeras palabras en lengua materna –¡cómo no!– las pronunció en la casa materna de la virgen de Aparecida el miércoles 24: “Yo no sé hablar brasileño”, advirtió a la muchedumbre.

Y tras decir unas cuantas frases quiso comprobar si le estaban entendiendo, así que les preguntó: “¿Una madre se olvida de sus hijos?”. “¡Nooo!”, respondió la gente en coro.

Francisco me hizo recordar al cura de mi pueblo (Girón – Santander) cuando “hacía mayéutica” en plena homilía de misa sabatina, para comprobar si los niños de la catequesis estábamos atentos y comprendiendo lo que nos explicaba.

Sin embargo, como buen pedagogo, Francisco sabe a qué público puede y no puede hablar en español. ¿Cómo hablarle al pueblo de la favela de Varginha un idioma distinto al suyo? Más aún, no permitió que el párroco de aquella favela, el P. Marcio, se separara un solo instante de él, porque quería estar seguro de entender todo lo que la gente le decía y de que la gente también le entendiera, en aquel fantástico momento cuando caminó por sus calles impregnándose del olor de las ovejas más pobres de Río.

Sus discursos a los jóvenes los pronuncia en español y en portugués –por ahora, más en español que en portugués– y parece que esta va a ser una constante en los discursos que restan.

“Se ve más suelto cuando habla en español”, me compartió una colega. Y me sentí afortunado de hablar en español, la lengua materna del Papa, y de entender frases como: “Espero lío en las diócesis”, que el mismísimo portavoz del Vaticano, el P. Federico Lombardi, reconoció no entender del todo ante la pregunta de un inquieto periodista.

La misma respuesta me dio a mí cuando le pregunté cómo interpretaba la frase: “Yo sé lo que es estar enjaulado”, que Francisco dirigió a los peregrinos argentinos, finalizando su breve encuentro con ellos en la Catedral de San Sebastián. Lombardi frunció el ceño y agregó: “Lo siento, no comprendo muy bien el español” (¡plop!).

Creo que en el Vaticano, en la medida que Francisco continúe hablando en español, más de uno va a sentir la necesidad de aprender español antes que latín o italiano.

Un detalle más. Francisco habla argentino. “Poné fe, poné amor, poné esperanza”, dijo a la juventud en la ceremonia de acogida de ayer. “Señor, vos sos un escándalo”, oraba con sus compatriotas, para referirse al escándalo de la cruz. Y si lo vemos bien, cuando mueve su brazo derecho para saludar a la multitud, también lo hace en argentino.

Las palabras de Francisco en la JMJ conmocionan y desafían, sin importar en qué idioma las pronuncie. Sin embargo, prefiero a Francisco en español. Es más osado, más directo, más profeta. Pueden comprobarlo observando el vídeo donde se registraron las palabras que Francisco dirigió a los jóvenes argentinos en Río “sin papeles en la mano”.

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