JOSÉ LUIS CELADA | Redactor de Vida Nueva
“Siempre los móviles serán menos peligrosos que las armas…”.
La noticia apenas ocupaba unas líneas en los teletipos de las agencias: “Una discusión sobre Kant acaba a tiros”. Sucedió en “una pequeña tienda” de la ciudad rusa de Rostov del Don, pero pocos detalles más han trascendido sobre el suceso, salvo que “antes de los disparos hubo puñetazos”. Se desconocen los términos de la trifulca y su desencadenante concreto, aunque resulta extraño pensar que disentir sobre la Crítica de la razón pura –pongamos por caso– lleve a tales extremos.
Al parecer, estamos tan (mal)acostumbrados a que los países resuelvan sus diferencias a cañonazos, que ya casi ni sorprende que el personal prefiera las balas a las palabras. Hemos visto saltar chispas cuando se habla de fútbol, de política (deporte de riesgo en ciertos parlamentos)… Sin embargo, produce una inmensa tristeza pensar que también hemos acabado pervirtiendo la filosofía, hasta convertir en objeto de conflicto una disciplina que es paradigma de la reflexión y el diálogo.
Por suerte, todavía hay reclamos –eso sí, de El Mundo Today– que nos devuelven la sonrisa: este diario satírico digital anunciaba fechas atrás que la obra cumbre del filósofo alemán sería editada sustituyendo el texto por emoticonos de Whatsapp. ¡Feliz idea! Quizás así nuestros acalorados rusos no hubieran llegado a las manos. Siempre los móviles serán menos peligrosos que las armas.
En el nº 2.864 de Vida Nueva.