Autor de ‘A vueltas con Dios en tiempos complejos’ (Ediciones Khaf)
J. LORENZO | Los “profetas” que vaticinaron la muerte de Dios erraron sus designios. La religión retorna en la cultura actual porque en el ser humano no se ha sofocado el hálito de la experiencia religiosa. José Miguel Núñez, teólogo salesiano, desgrana en esta obra las razones de un retorno que sigue dando mucho que hablar y que pensar.
PREGUNTA.- Algunos avanzaron el fin de las religiones. ¿Tienen realmente fecha de caducidad?
RESPUESTA.- Quienes preconizaron su fin en los siglos XIX y XX se equivocaron. Las religiones históricas están más vivas que nunca y el fenómeno religioso sigue interesando a millones de personas en todo el mundo. Definitivamente, fallaron los profetas.
P.- Muchos pensadores siguen “a vueltas con Dios”. ¿A qué conclusiones llegan?
R.- La experiencia religiosa sigue dando que hablar. Para muchos, la religión retorna volviendo a interesar al pensamiento filosófico después de que este ajustara cuentas con ella cuando la racionalidad moderna encontró a Dios demasiado humano. En esta tardomodernidad que ha retorcido la metafísica hasta dejarla exhausta, para algunos pensadores no hay motivos filosóficamente plausibles para negar a Dios.
P.- En ese debate sobre Dios, dice que “la razón se ha hecho más humilde”. ¿Por qué?
R.- Porque se ha topado de pronto con su límite, que no es otro que la caritas. Ante la falacia de un progreso ilimitado y una razón todopoderosa, el mundo ha buscado otras orillas para vivir más dignamente. Hoy la razón, sin renunciar a pensar, busca otros caminos en los que expresarse en su búsqueda incesante de la verdad.
P.- ¿En qué nota usted el “retorno” de la religión, que también certifican pensadores como Vattimo, con cuyas reflexiones entra en diálogo en esta obra?
R.- Lo percibo como un eco que vuelve a escucharse en la cultura actual sin que produzca el rechazo o el desprecio intelectual que suscitó en otra época. El pensamiento se ha vuelto más respetuoso y hay mayor disponibilidad a la escucha. Para muchos, en nuestro mundo no hay una sola verdad y la experiencia religiosa es un camino de acercamiento a la realidad que ilumina la vida de muchas personas. Una filosofía atenta a lo humano no puede no interesarse por el fenómeno religioso.
P.- ¿Cuáles son los retos que plantea la cultura actual a la experiencia religiosa?
R.- Nuestro mundo pide a la experiencia religiosa que esté pegada a la realidad de las personas para que la fe ilumine el vivir cotidiano, ayude a sanar heridas y avive la esperanza en medio de tanta opacidad. La cultura actual exige que la fe no esté distanciada de las obras; que contribuya al bien común abriendo caminos de entendimiento entre los pueblos y aporte positivamente a la búsqueda y la defensa de la dignidad de las personas.
P.- ¿Qué tiene que ofrecer la religión al hombre y mujer de esta época?
R.- Caminos de vida y de sentido. Cuando la experiencia religiosa no nos hace más libres y ofusca la búsqueda del bien y la felicidad de las personas, es que se ha pervertido.
P.- Recogiendo una frase del papa Francisco, ¿tiene la Iglesia respuestas para el hombre en su edad adulta, como quizás las tuvo para su infancia?
R.- La experiencia de la fe no es solo razón, pero es razonable. Asumiendo la dinámica de la Encarnación, el cristianismo ha buscado incesantemente la inteligencia de la fe en la cultura de cada tiempo y en cada contexto. La Iglesia debe acompañar al hombre y a la mujer de hoy al encuentro de respuestas a los anhelos que brotan de su corazón.
En el nº 2.868 de Vida Nueva