JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Disculpas por mi ausencia semanal en el número anterior. Problemás técnicos, entre otros, me hicieron faltar la única vez en el ya largo período de siete años. Hoy regreso para hablar de un libro, que ha vuelto por el ya conocido como “efecto Francisco”, que tantos resultados está produciendo.
- A RAS DE SUELO: Otras biografías del santo
El miércoles 16, en una audiencia normal del Papa, la Plaza de San Pedro estaba de gente como en días grandes. Y se ha convertido en habitual. En cualquier tienda o al tomar un taxi, el nombre del Papa sale espontánemente. Todos se preguntan qué está pasando para que hoy lo que él dice y hace encandile a extraños y deje con sorpresa a propios, aún descolocados e incluso –y eso pasa en algunos medios católicos de este país– teniendo que preguntar los redactores si a las intervenciones del Papa se les da perfil alto o bajo. Nunca hubo duda antes.
Algo así viene a decir el Nobel alemán Hermann Hesse en el libro escrito en 1909, titulado San Francisco de Asís, y que ha vuelto a ser publicado por Edhasa, aprovechando este “efecto Fancisco”.
Desde muy temprana edad, Hermann Hesse estuvo fascinado por la figura de san Francisco de Asís. Fue para él un “pariente electivo, un faro y un amigo a la distancia”. Le asombraron su determinación y su conducta. Admiraba una ética que no estaba reñida con la belleza y con el ansia de armonía.
Hermann Hesse estuvo fascinado
por la figura de san Francisco de Asís.
Le asombraron su determinación y su conducta.
Admiraba una ética que no estaba reñida
con la belleza y con el ansia de armonía.
Este amor se puede rastrear en otras obras de Hesse: Narciso y Goldmundo, El lobo estepario –el libro que durante años estuvo en la cabecera del papa Ratzinger, según confesó en su viaje a París–, e, incluso, Demian. En las páginas de esos libros se descubre la sombra tutelar de su santo predilecto, como un modelo de conducta, como la medida de la excelencia humana.
Conocemos esas novelas, pero lo que no conocíamos era este hermoso volumen dedicado íntegramente a san Francisco de Asís. Inédito hasta hoy en español, es, al mismo tiempo, una biografía y un sostenido hallazgo literario. Con una escritura que se mece entre la leyenda, la fábula y el ensayo, es un intento espléndidamente logrado de “hacer hablar de nuevo a un testigo largamente enmudecido de los tiempos antiguos”. Fue escrito desde la admiración y la devoción, y el resultado es un texto sorprendente y conmovedor.
Francisco es el hombre de la paz, el hombre de la pobreza, el hombre que ama y custodia la creación. Y con el “efecto Francisco”, este texto llega a las mesas de novedades de las librerías, no en uno de esos lugares escondidos para la literatura religiosa, sino entre las obras del escritor alemán.
El libro incluye, además, una serie de fábulas inspiradas en las enseñanzas de Francisco a sus discípulos; un original cuento donde el autor imagina la infancia del protagonista, y un análisis teórico sobre la gran influencia de este santo en el arte renacentista. El libro se cierra con un texto de Fritz Wagner sobre la fuerte influencia del santo en la vida Hesse.
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En el nº 2.868 de Vida Nueva