JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Denunciar los Acuerdos Iglesia-Estado es el estribillo del PSOE desde que perdió las elecciones generales. Habría que explicar a las jóvenes generaciones qué han supuesto aquellos acuerdos, firmados al año siguiente de la Constitución. Y no es descabellado, como no lo es para la misma Constitución, una reforma y puesta al día.
Pero no hablan de revisar, sino de denunciar lo que se hizo de forma pactada y que ha venido siendo un marco de convivencia más positivo que negativo.
Imagino un país en el que las congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiásticas decidieran, hartos de tanta verborrea, abandonar colegios, hospitales, centros asistenciales, asilos, guarderías… No podría el Estado asumir la construcción de colegios, hospitales o asilos, ni la dotación económica del personal. Pese a las ayudas que la Iglesia recibe, en justicia, sería imposible, costoso y claramente injusto para con estos ciudadanos.
Es bueno negociar y, en la negociación, se gana más que en la diatriba. Son tantos que no me resisto a recordar las palabras de Tertuliano: “Con solo retirarnos, ya os habríamos infringido el mayor de los daños”.
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- LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: Cuando faltan ideas, abundan las palabras
En el nº 2.871 de Vida Nueva