Un libro que son encuentros con Joaquín García Roca (Khaf, 2013). La recensión es de Antoni Nello
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Título: Brújulas de lo social. Voces para un futuro solidario
Autor: Encuentros con Joaquín García Roca
Editorial: Khaf, 2013
Ciudad: Madrid
Páginas: 200
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ANTONI NELLO | Un libro ciertamente interesante por dos motivos. Porque muestra de manera atractiva y simpática el perfil de un homenajeado, el sociólogo valenciano Joaquín García Roca, y por las variadas y ricas aportaciones de quienes han querido rendirle este homenaje.
En realidad, quien hace esta reseña debe confesar no haber tenido ocasión de conocer personalmente a Joaquín García Roca. Y, sin embargo, este detalle, que en principio podía suponerle una dificultad, ha hecho mucho más grato, y posiblemente objetivo, su trabajo. Grato, porque descubrir a un verdadero intelectual es siempre emocionante. Objetivo, porque no ha sentido la presión de hacer elogios obligados, ni a él ni a quienes a él han dedicado sus líneas. Habiendo leído esta obra, me atrevo, yo también, a llamarle Ximo, como le llaman sus amigos. Y puedo decir que ha sido un placer conocerle a través del mosaico que dibuja este tributo.
La obra se distribuye en dos grandes bloques. El primero lo componen unas conversaciones casi íntimas con Ximo, conducidas por distintas personas que le han acompañado a lo largo de su vida, ya sea en el ámbito familiar, en el seminario, en la universidad o en la acción política y social. La segunda es un organizado retablo de aportaciones de amigos, colegas, colaboradores y discípulos, compañeros cercanos o lejanos, de este lado o del otro del gran charco, que han querido expresarle su reconocimiento, personal e intelectual.
La personalidad que se descubre en esta obra es fascinante. Un hombre de frontera en su sentido más noble y profundo. Noble, porque manifiesta su enorme curiosidad, que nunca se da por satisfecha con cualquier logro, abierta siempre a una realidad cambiante que proporciona nuevos retos y nuevas preguntas. Profundo, porque responde a una voluntad ciertamente no convencional de desinstalación continua, caminando en los límites de las instituciones, sean eclesiales, universitarias, sociales o políticas, en las que se ha implicado con una única mira, la realidad de los más desfavorecidos; un referente, Jesús de Nazaret; y un método, la huida de la abstracción, que aleja de la realidad singular, de la implicación y, en definitiva, de la acción social.
Las aportaciones que acompañan el retrato íntimo de Ximo son muchas, variadas, heterogéneas: un amplio abanico que en sí mismo da idea de la amplitud de miras del homenajeado. Son 70 voces, que oscilan entre el agradecimiento personal y la propuesta conceptual, también entre los más cercanos y los más institucionales.
Desde Adela Cortina y el ya fallecido Alfonso Álvarez Bolado, pasando por la religiosa Teresa Forcades y el político Ramón Jáuregui, hasta sus familiares y amigos más próximos, de Valencia, de Madrid, de Chile o de El Salvador, de todos esos lugares por donde ha transitado Ximo dejando estela, como el navegante que en aguas plácidas, más mediterráneas tal vez, o en aguas tempestuosas, más frecuentemente atlánticas, va gobernando su nave atento a una única brújula, la brújula de lo social, que no es otra que la defensa de los derechos de los más pobres y, en definitiva, la de Jesús de Nazaret.
Una pequeña confesión. No conozco a Ximo personalmente, me gustaría. Seguramente nos caeríamos muy bien, más allá de eventuales diferencias. Pero he descubierto que compartimos algo: los dos fuimos alumnos de un gran profesor de Teología Moral en la Universidad Gregoriana de Roma, el jesuita alemán Joseph Fuchs. Ambos nos sentimos envueltos por esta influencia que nos ha hecho especialmente sensibles a la gente concreta, de a pie. Ambos, posiblemente, nos sentimos animados por este nuevo papa Francisco, que prefiere una Iglesia herida en la calle más que atrincheradamente sana en la sacristía.
En el nº 2.879 de Vida Nueva