JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Le llaman “comunicación en momentos de conflicto”. En Roma ya se han ido abriendo cauces para robustecer esa comunicación.
En la Universidad de la Santa Croce funcionan cursos sobre ello y aumenta el interés por la gestión de una noticia que llega con aires conflictivos. Los responsables de las escuelas católicas concertadas en España vienen plantéandoselo. Tres notas hay que tener en cuenta para esos momentos:
En primer lugar, claridad y pleno conocimiento de cuanto ha sucedido realmente, sin rincones oscuros que después se vuelvan en contra. El responsable del centro, foco del conflicto, ha de manejar toda la información, por muy dolorosa que sea, y ayudar a la Justicia. No todo hay que contarlo a la prensa. No son jueces los periodistas, pero sí hay que evitar el silencio. Claridad, ante todo, y respeto a la persona ofensora y ofendida.
En segundo lugar, es importante implicar a todos y saber que, tratándose de un centro eclesial, es el testimonio cristiano el que se ventila.
Y por último, saber hacer del limón, limonada, para mostrar, a pesar del momento delicado, la grandeza, la trayectoria y el buen trabajo del centro, pese al caos momentáneo de una crisis pasajera.
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- LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: Cuando la prisa periodística devora la verdad del hecho, por Juan Rubio
En el nº 2.889 de Vida Nueva
