Cuenta atrás para una de las celebraciones más esperadas en el catolicismo
ERNESTO OCHOA MORENO (TEÓLOGO Y PERIODISTA COLOMBIANO) | Teniendo en cuenta que santa Teresa de Jesús nació el miércoles 28 de marzo de 1515, ya ha empezado la cuenta regresiva de una de las celebraciones más esperadas en el catolicismo: los 500 años del nacimiento de la fundadora de las carmelitas y los carmelitas, doctora de la Iglesia, maestra espiritual, escritora clásica y una de las cumbres de la mística.
Algún lector se podrá preguntar a qué se debe tanto apresuramiento. A mi juicio, es de tal calibre la presencia de la santa española en la Iglesia y sigue tan vivo su magisterio espiritual en el mundo de hoy, que bien vale la pena llamar la atención con tiempo, y prepararse para realmente beneficiarse de un evento eclesial que trasciende una simple mirada devota o un recuerdo hagiográfico.
Ya habrá ocasión de ahondar en la figura, la personalidad y la doctrina de la gran maestra de oración. En España llevan varios años en una campaña amplia e intensa de preparación. Nosotros, como latinoamericanos e hispanohablantes, no deberíamos ir a la zaga, tanto por las raíces españolas de nuestro catolicismo, como por la historia misionera y el apostolado espiritual de los hijos de Teresa en estas tierras, donde yacen enterrados algunos de sus hermanos que vinieron en plan de conquistadores.
El quinto centenario de santa Teresa debe, pues, desde ya, sembrar la inquietud de profundizar el gran legado místico y contemplativo que nos dejó la santa abulense. Sus libros, en medio de esta sequía espiritual que nos agosta, son agua para una sed.
En el nº 2.891 de Vida Nueva.
