José Luis Corzo escribe sobre Lorenzo Milani, citado recientemente por el papa Francisco y cuya obra Experiencias pastorales estuvo mucho tiempo prohibida por la Iglesia.
JOSÉ LUIS CORZO, SchP, profesor del Instituto Superior de Pastoral de Madrid |Cuando citó un día al cardenal Kasper, el papa Francisco se excusó ¡no fueran a creer que hacía publicidad editorial! Pero el pasado 10 de mayo ha citado a Lorenzo Milani ante 300.000 bedeles, secretarios, alumnos, maestros, profesores, padres y una ministra de todas las escuelas públicas y privadas de Italia, pero sin mencionar su libro, Experiencias pastorales.
Tal vez, porque venta y traducción las prohibiera en 1958 aquel Santo Oficio. Casi 60 años hasta que un papa jesuita lo saca del armario donde lo metieron los jesuitas de La Civiltà Cattolica: lo ha declarado varias veces el recién cardenal Loris Capovilla, lloroso porque la revista confundió incluso al patriarca Roncalli, de Venecia, del que era secretario. Hoy san Juan XXIII.
Aquel libro “nunca fue condenado”, se disculpa ahora el cardenal de Florencia, “solo retirado por inoportuno entonces” (y ¿hasta hoy?). No se podía condenarlo más, porque llevaba prefacio y nihil obstat de sendos arzobispos, pero contenía una intolerable atención, de nueve años, a la realidad concreta de sus feligreses, cuya ignorancia los sometía a todo poder político, económico, social o religioso. Y añadía una conclusión: “La escuela me es tan querida como un octavo sacramento”.
La prensa italiana dio este abril la noticia de que don Milani había sido rehabilitado con su libro. ¿De qué delito?
Quien erró gravemente, produjo mucho sufrimiento y se privó 60 años de la linfa vital de un jovencísimo Calasanz del siglo XX, maestro de los pobres, fue aquella Iglesia, que ahora rehabilita Francisco con su cita:
Amo la escuela porque es sinónimo de apertura a la realidad (…). Esto lo enseñaba también un gran educador italiano que era sacerdote, don Lorenzo Milani.
Su libro ya lleva en castellano muchos años, así como el de sus alumnos de Barbiana, Carta a una maestra, brújula escolar [ver aquí].
En el nº2.896 de Vida Nueva