M. Á. MALAVIA | Lo que podría entenderse como una visita privada por parte de altos cargos de Izquierda Unida, encabezados por su coordinador federal, Cayo Lara, el pasado 28 de noviembre a la mezquita-catedral de Córdoba, ha sido lamentado por parte de la diócesis, que entiende que, en realidad, se trató de un “acto electoral”. Un carácter político y reivindicativo –en el sentido de reclamar el fin de la titularidad católica del templo después de casi ocho siglos de vigencia y para que pase a ser un “espacio público”– que se vio reflejado en declaraciones como esta, de Lara: “Tiene que volver al pueblo lo que es del pueblo, incluida la mezquita de Córdoba”.
“Las normas son iguales para todos –concluye el comunicado–, por lo que sorprende que algunos políticos que aspiran a representar a los ciudadanos se consideren por encima de los procedimientos que garantizan la convivencia ciudadana, y que cumplen todos aquellos ciudadanos o entidades que solicitan utilizar el Patio de los Naranjos para diferentes actividades culturales, y nunca para actos políticos partidistas”.
Está previsto que, en un plazo breve, IU presente en el Congreso de los Diputados un recurso de inconstitucionalidad contra la actual ley hipotecaria, reformada en 1998, y que, según expresó Lara en el acto del día 28, ha supuesto “el mayor pelotazo inmobiliario de la historia con las inmatriculaciones llevadas a cabo por la Iglesia” en todo el país.
En el nº 2.920 de Vida Nueva