Libros

‘Año litúrgico, año catequético’


Un libro de Rodolfo Puigdollers (CPL, 2015). La recensión es de Jesús Sastre García

Año litúrgico, año catequético  Autor: Rodolfo Puigdollers

Título: Año litúrgico, año catequético

Autor: Rodolfo Puigdollers

Editorial: CPL, 2015

Ciudad: Barcelona

Páginas: 219

JESÚS SASTRE GARCÍA | El autor parte del siguiente planteamiento: la catequesis es “la iniciación sistemática a la vida de la fe, que se expresa significativamente en la celebración litúrgica” (p. 7). Como el Año Litúrgico estructura la vida de las comunidades cristianas, se pretende que la catequesis esté más estrechamente vinculada a la liturgia. Según Rodolfo Ruigdollers, el título del libro podría formularse invirtiendo los términos: “Año catequético, año litúrgico”. Ahora bien, “para que se realice esta normal simbiosis, es importante que tanto la liturgia como la catequesis tengan muy clara la centralidad de la persona de Jesucristo” (p. 8). En lo fundamental no puede haber dos calendarios, uno litúrgico y otro pastoral-catequético.

El libro consta de tres partes: 1. “Reflexiones breves sobre la relación entre liturgia y catequesis desde la revelación y la vivencia cristiana”; 2. “Los tiempos litúrgicos desde la dimensión catequética”; y 3. “Eucaristía dominical: servicios y acciones”. La primera de ellas, sobre la fundamentación del tema, es muy breve, excesivamente breve, apenas tres páginas. Sin embargo, la segunda parte (172 páginas), referida a los “tiempos litúrgicos”, es muy amplia. Cada tiempo litúrgico es relacionado con el precedente y con el siguiente, se analiza el sentido que tiene y cómo se concreta en las lecturas y en los otros textos eucológicos. Al mismo tiempo, se aportan sugerencias prácticas para una mejor comprensión, celebración y vivencia de los aspectos significativos en cada tiempo litúrgico.

Celebración dominical

La tercera parte (23 páginas) se centra en los elementos de la celebración dominical de la Eucaristía desde la perspectiva litúrgica y catequética. Esta parte ayuda a comprender el significado de los servicios y acciones que se realizan en las celebraciones y da sugerencias para su renovación, pensando, sobre todo, en los que se están iniciando en la fe.

El libro concluye con un interrogante: “¿Cómo confeccionar un calendario litúrgico-catequético de toda la comunidad?”. En dos páginas ofrece un cuadro indicativo que trata de responder a la pregunta que se ha hecho. A cada tiempo litúrgico le acompañan las acciones más significativas para cada celebración. A modo de cierre, el autor afirma: “La relación profunda entre liturgia y catequesis se mostrará siempre profundamente fructífera” (p. 219).

Creo que la primera parte y la tercera tendrían que haber sido significativamente más amplias, sobre todo la primera. La segunda ha de ser utilizada más como consulta que como lectura continuada. De las dos perspectivas, liturgia y catequesis, que se pretenden conjugar, la aportación catequética está menos desarrollada. Conviene seguir profundizando en esta relación de manera interdisciplinar.

En el nº 2.941 de Vida Nueva

Actualizado
14/05/2015 | 23:14
Compartir