Qué gran maestro

Quiero resaltar la obra de un gran maestro colombiano, a quien admiro desde que tengo memoria: el maestro Fernando Soto Aparicio, quien cuenta con más cincuenta y cinco libros publicados, con una actualidad increíble.

¿Quién no recuerda La rebelión de las ratas, publicado en 1960, y muchos textos más? Se siente orgullo colombiano cuando nos entrega una buena obra. Y este año nos regaló una joya de gran valor, es el regalo de un verdadero maestro, a lo más preciado de nuestra sociedad, los niños, las niñas y los jóvenes.  Este libro tan bellamente ilustrado está acompañado de poemas y cuentos que sólo un maestro que ha dedicado toda su vida al arte de la palabra puede entrelazar con el marco de los derechos humanos. ¡Yo tengo derechos y también…Tengo deberes!  Este bello libro nos muestra una vez más que Fernando Soto nunca le ha tenido miedo a decir la verdad, a poner en sus escritos las crueles realidades sociales y a denunciar lo injusto. Esto le ha traído problemas, pero no se rinde. En este libro encontramos el sello característico de la obra del maestro Soto Aparicio, la vida está por encima de todo. La vida es sagrada, nadie tiene potestad para pisotearla. Nuestro deber es cuidarla y valorarla en todas sus formas; cuidarla de cualquier ideología que pueda destruirla o ponerla sólo como privilegio de unos cuantos. “Y tú tienes derecho a vivir. En la medida que vayas creciendo, entenderás que la vida es mágica; que en ocasiones se hace difícil, pero no se repite, y es inquietante y atractiva como todo misterio”. Gracias, maestro, por su obra y su vida.

Stella Rodríguez

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