Lombardi lamenta el “demasiado eco” prestado a la carta de los 13 cardenales
ESPECIAL: Sínodo de la Familia 2015
ANTONIO PELAYO (ROMA) | Alguien –más de uno desde luego– intenta encrespar y enturbiar las tranquilas aguas del Sínodo sobre la Familia. No sería deseable ni imaginable, por supuesto, que todos los padres sinodales estuviesen de acuerdo sobre las soluciones que deben darse a problemas tan delicados como el tratamiento pastoral a los católicos divorciados y vueltos a casar, a las parejas homosexuales, a las uniones de hecho… Y, por supuesto, cada uno debe expresarse al respeto con absoluta libertad, independientemente de que sus posturas puedan ser del agrado del Papa reinante o de la mayoría dominante. Otra cosa muy distinta es que se recurra a dudosos métodos de presión o que se quiera manipular la opinón eclesial haciéndole llegar mensajes carentes de objetivdad.