J. L. CELADA | Parte como gran favorita en la carrera hacia los Óscar con doce nominaciones, aunque la expectación generada dista mucho de lo que en realidad es El renacido: un alarde técnico sin precedentes… y sin alma. La historia nos traslada al siglo XIX, al lejano Oeste americano, donde un trampero a la caza de pieles está a punto de perder el pellejo entre las garras de un oso. Malherido y moribundo, solo le mantendrá vivo la sed de venganza contra quienes le abandonaron a su suerte.
Un ajuste de cuentas que es también el único motor narrativo del último trabajo de Alejandro González Iñárritu, una producción de dos horas y media cuyo principal argumento ha sido explotado hasta la saciedad por el western clásico. Porque, por más que el realizador mexicano se empeñe en buscar una “dimensión espiritual” a esta cruzada de supervivencia (el sacrificio como camino de expiación, tan presente en su filmografía), tal exceso de metraje constituye un simple escaparate a mayor gloria del creador de Birdman (2014) y su indisimulado síndrome de autor.
Rodar en orden cronológico, con luz natural y en circunstancias extremas son algunos de los duros peajes que el director ha impuesto a su equipo para que toda la belleza y violencia de la cinta brillen con luz propia. Y aquí dos nombres propios han contribuido sobremanera a obrar el milagro –esta vez sí– de un asombroso espectáculo: un pura raza de la profesión como Leonardo DiCaprio, digno acreedor de la preciada estatuilla, más por el calvario soportado que por su despliegue interpretativo; y Emmanuel Lubezki, fotógrafo de referencia de Terrence Malick (si Iñárritu aspiraba a emular El árbol de la vida, ha errado el tiro) y artífice de unas imágenes que congelan el aliento. El mismo que exhala el protagonista en cada jadeo, empañando el objetivo de una cámara que –gracias a sus lentes angulares– nos hace descender al infierno de este hombre, mientras nos invita a alzar la vista al cielo para caer rendidos ante la inmensidad de una naturaleza tan hermosa como hostil.
Estos majestuosos escenarios y las condiciones climatológicas adversas proporcionan a El renacido el plus de épica que exige una aventura así, con ataques de indios, cacerías de animales, peleas cuerpo a cuerpo e individuos que vagan guiados por sus instintos –a menudo salvajes–, aferrándose a la vida con uñas y dientes hasta quedar exhaustos… como el espectador. Sobrecogedora experiencia, sin duda, siempre capaz de deslumbrar, pero nunca de emocionar. Aun con todo, no dejen de ver esta película.
TÍTULO ORIGINAL: The Revenant.
DIRECCIÓN: Alejandro González Iñárritu.
GUIÓN: Alejandro González Iñárritu, Mark L. Smith y Michael Punke, autor de The Revenant, novela en la que se inspira el filme.
FOTOGRAFÍA: Emmanuel Lubezki.
MÚSICA: Ryuichi Sakamoto y Alva Noto.
PRODUCCIÓN: Steve Golin, Alejandro González Iñárritu, David Kanter, Arnon Milchan, Mary Parent, Keith Redmon, James W. Skotchdopole.
INTÉRPRETES: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck, Paul Anderson, Lukas Haas, Brendan Fletcher.
En el nº 2.976 de Vida Nueva