José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Francisco siempre va por delante y destapa las máscaras


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JUEVES 11. Equipo calasancio de misión compartida. De estreno. Órdago de generosidad a los seglares. Elías Royón alienta. “Dos llamadas: el laico y la religiosa. Un envío: evangelizar. Un actor: el Espíritu. Un horizonte: el mundo”. Nada que objetar. Adelante.

SÁBADO 13. Periferias. En 13TV. Lucha contra el hambre. “Cuando voy al frutero, le pido tomates feos. Siempre me mira extrañado, pero sé que, si no me los llevo yo, van a ir a la basura porque nadie los va a querer. No podemos desperdiciar así”. Lección de una ama de casa, Soledad Suárez, que bajo un brazo lleva la cesta de la compra y bajo el otro la presidencia de Manos Unidas. En manos de una madre estamos en buenas manos. Aunque los tomates sean feos.

DOMINGO 14. Me pasó en el Domund. Se vuelve a repetir. En otra parroquia. Ni una mención a Manos Unidas durante el ofertorio. Aquí se llegó a tiempo. Desde el banco de atrás, un joven pregunta a quien lleva el cestillo. Con agilidad y confianza, se acercan al altar a comentárselo al sacerdote. Veo los movimientos. Espero. Disculpas y rectificación. Recuerda la campaña y pide colocar de nuevo los cestillos ante el altar. Más de uno… Y de dos. Y de tres se acercan a colaborar. Campaña salvada. Gracias.

MARTES 16. He seguido de forma intermitente el viaje a México. Lo justo para confirmar que afortunadamente la advertencia de una amiga no se ha cumplido: “Se va a llevar la impresión de un México maquillado”. Francisco siempre va por delante y destapa las máscaras, interrumpe bailes de disfraces si los hay y reparte agua de la que limpia y quita la sed. A través de Youtube me conecto con Morelia. Encuentro de jóvenes. Hablan ante el Papa. Francisco toma nota. Papel y boli. ¿Quiénes de cuantos se disputan el poder estos días llevan cuaderno y lápiz para escuchar las preocupaciones de quienes tienen enfrente? No he visto libreta alguna. Entretanto, el Papa responde. Sin achantarse. Si en el hospital de Ciudad de México recomendó “cariñoterapia”, aquí receta “escuchoterapia”, al estilo de los camilos. No se detiene ahí. Araña a los narcos: “Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios”. Canta. “Vive Jesús, el Señor”. Nunca le había visto entonar con tantas ganas. La verdad, nunca le había visto entonar. Y enfadarse. Cuando abandona el estrado y reparte saludos. Se deja abrazar y alguien quiere hacerse con un rosario a toda costa, hasta que le tira sobre un discapacitado. “¡No seas egoísta!”. Con razón.

jose.beltran@ppc-editorial.com

En el nº 2.977 de Vida Nueva