MARÍA GÓMEZ | A las 12 la mañana de hoy miércoles 16 de marzo, se ha hecho público el nombramiento de Luis Ángel de las Heras como nuevo obispo de la diócesis gallega de Mondoñedo-Ferrol, poco más de dos años después de ser elegido presidente de CONFER (Conferencia Española de Religiosos). De las Heras tiene 52 años y es misionero claretiano. En sus primeras palabras como obispo electo, De las Heras se muestra agradecido y asegura: “Estando próximo a todos, sin excluir a nadie, procuraré que la senda del seguimiento me lleve a la casa de los pobres”.
Luis Ángel de las Heras será el quinto obispo más joven del Episcopado español (Xavier Novell, de Solsona, es de 1969; José Rico Pavés, auxiliar de Getafe, de 1966; Mario Iceta, de Bilbao, de 1965; y Carlos Manuel Escribano, de Teruel-Albarracín, de 1964) y se une a la pequeña lista de obispos religiosos en España (9, contándole a él). Además, será el sexto obispo creado por Francisco en nuestro país (consagrado por primera vez; sin contar traslados de prelados). Por si fueran pocos hitos, es la primera vez que un presidente de CONFER en activo recibe un destino episcopal.
La sede es la de Mondoñedo-Ferrol, vacante desde el traslado de Manuel Sánchez Monge a Santander el pasado mayo. Sufragánea de Santiago de Compostela, la diócesis ocupa la zona norte de las provincias de Lugo y A Coruña. Comprende unos 275.000 habitantes y está divida en siete arciprestazgos, tiene 422 parroquias y más de 140 sacerdotes [más datos].
La toma de posesión y ordenación episcopal está prevista para el 7 de mayo, en la Catedral de Mondoñedo.
“Me presento ante vosotros como un misionero –dice Luis Ángel de las Heras en su primera comunicación a sus nuevos fieles–. Desde ahora os acojo en mi corazón y me comprometo a dejarme acompañar por vosotros y acompañaros para encontrar juntos a Cristo y dar testimonio de la fe, esperanza y caridad que nos reúne”.
Tras las palabras de agradecimiento al papa Francisco, el obispo electo saluda al administrador diocesano, Antonio Rodríguez Basanta; a los sacerdotes (“Os necesito y quiero contar con cada uno de vosotros”) y seminaristas, matrimonios, familias y jóvenes, a la vez que envía “un saludo misericordioso a los enfermos, discapacitados, parados, inmigrantes… “A todos los que estéis pasando por dificultad y necesidad. Quiero hacer mío vuestro sufrimiento para intentar abrazar con vosotros la esperanza”.
Especialmente significativo es el saludo a los consagrados: “Aquí tenéis otro consagrado que ama entrañablemente esta forma de vida eclesial, y cree en ella tal y como el Señor la propone en el Evangelio y el Espíritu la inspira a través de los distintos carismas. Siempre para embellecer la Iglesia desde el testimonio, el servicio y la profecía. Cuento con vuestro tesoro carismático para esta diócesis”, alienta De las Heras.
“Nos iremos conociendo –resume–. Vuestras vidas me importan y quiero serviros como lo hace Cristo, Buen Pastor y Buen Samaritano. Estando próximo a todos, sin excluir a nadie, procuraré que la senda del seguimiento me lleve a la casa de los pobres, los crucificados de este mundo, los predilectos del Padre. No podemos dejar a los pobres defraudados”, avanza sobre sus prioridades pastorales.