Rafael Díaz-Salazar: "Necesitamos brújulas educativas"

Autor de ‘Educación y cambio ecosocial. Del yo interior al activismo ciudadano’ (PPC)

Rafael Díaz Salazar, autor de ‘Educación y cambio ecosocial. Del yo interior al activismo

J. L. CELADA | Profesor de Sociología y Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Díaz-Salazar (Ciudad Real, 1956) aboga por que los agentes educativos de la sociedad civil dialoguen entre sí, al tiempo que sueña con una “conversión ecológica de las escuelas y las familias” para impulsar nuevos estilos de vida. De todo eso –y mucho más– nos habla en su último libro: Educación y cambio ecosocial. Del yo interior al activismo ciudadano (PPC).

PREGUNTA.- Todos defendemos la importancia de la educación. ¿Por qué no le prestamos la atención y los recursos que merece? ¿O es que hemos pervertido sus objetivos?

RESPUESTA.- En España es utilizada como factor de demarcación electoral y de diferenciación ideológica. Para abrir una nueva etapa, es imprescindible que todos los agentes educativos de la sociedad civil dialoguen entre sí, lleguen a acuerdos y los trasladen a los partidos para instaurar una política de Estado. Me preocupa mucho la mercantilización de la enseñanza impulsada por la OCDE. Se está consolidando un tipo de enseñanza sin educación.

P.- ¿Nos faltan referentes morales o nos sobran teorías en el ámbito educativo?

R.- Necesitamos brújulas educativas que orienten la acción en las familias y en las escuelas. La educación es el arte de enseñar a vivir y, por ello, tenemos que enraizarnos en algo más potente que una teoría. En mi libro exploro las aportaciones de la sabiduría del Evangelio de Jesús de Nazaret a proyectos educativos familiares y escolares. ¿Para qué adquirir muchos conocimientos y destrezas profesionales si destruimos la Tierra y nos deshumanizamos?

P.- ¿En qué consiste el cambio ecosocial que propugna en su obra?

R.- Hay que cambiar el modo de producción económica y transformar nuestro consumo descubriendo la relación que tiene con la explotación laboral y la destrucción de la ecología. En la encíclica Laudato si’, el papa Francisco propugna una “revolución cultural” basada en la autocontención, la frugalidad y los cuidados. La conversión ecológica de las escuelas y de las familias tiene que impulsar nuevos estilos de vida.

P.- El activismo ciudadano que reivindica nace de una revolución interior, pero ¿cómo se educa contra la indiferencia?

R.- Generando entrañas de misericordia y empatía con el sufrimiento de los empobrecidos y de la Tierra herida, realizando prácticas de solidaridad, fomentando la inserción en asociaciones educativas infantiles y en movimientos sociales juveniles.

P.- ¿Por qué hay que leer su libro?

R.- Porque quizás ayude a innovar lo que hacemos en las escuelas y en las familias desde la cultura de las Bienaventuranzas y el pensamiento ecologista del papa Francisco.

En el nº 2.9890 de Vida Nueva