EDITORIAL VIDA NUEVA | La mirada al intolerable drama que están viviendo los refugiados procedentes de Oriente Medio hace que se pierda la atención sobre otros focos migratorios no menos preocupantes. El informe Sin protección en la Frontera Sur, impulsado por los jesuitas, revela la vulneración de los derechos humanos de los subsaharianos que intentan llegar a Europa a través de la ciudad marroquí de Nador y de Melilla.
El estudio recoge el testimonio doliente de cientos de inmigrantes y da muestra del insuficiente compromiso real de las autoridades de España y Marruecos para materializar los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos. Pero, sobre todo, deja en evidencia la inacción para acabar con las mafias que comercian y esclavizan a quienes huyen de su tierra en busca de una vida nueva.
Solo con el establecimiento de vías legales para los migrantes se frenaría esta espiral de abusos y vejaciones. Pero, lamentablemente, no hay voluntad para ello. Ni se la espera. .
En el nº 2.990 de Vida Nueva. Del 28 de mayo al 3 de junio de 2016
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