Tras el asesinato del P. Hamel: “La Iglesia no tiene más armas que la oración y la fraternidad”
Aún aturdida por el atentado en Niza, la sociedad francesa se despertó conmocionada el 26 de julio cuando se conoció que dos terroristas habían asaltado una iglesia en Saint-Étienne-du-Rouvray, cerca de Rouen (Normandía). Con cuchillos, irrumpieron en la misa de las diez de la mañana y tomaron como rehenes al sacerdote celebrante, Jaques Hamel (de 86 años de edad y quien, ya jubilado, ayudaba al párroco, el redentorista Auguste Moanda-Phuati), y a otros cuatro participantes, dos laicos y dos religiosas.
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En el nº 2.999 de Vida Nueva