Dos libros de varios autores (Perpetuo Socorro) La recensión es de Rafael Vázquez Jiménez
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Título: Cinco rostros de la misericordia. En la Biblia, la ética, la pastoral, la antropología y las artes
Autores: Varios Autores
Editorial: Perpetuo Socorro
Ciudad: Madrid, 2016
Páginas: 162
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Título: “Misericordia quiero…”. La misericordia en las distintas formas de vida cristiana
Autores: Varios Autores
Editorial: Perpetuo Socorro
Ciudad: Madrid, 2016
Páginas: 175
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RAFAEL VÁZQUEZ JIMÉNEZ | La Editorial Perpetuo Socorro, en su colección ‘Espiritualidad’, nos ofrece dos interesantes obras, elaboradas a modo de mosaico, que nos adentran en la realidad poliédrica de la misericordia.
‘Cinco rostros de la misericordia’
El primer mosaico, Cinco rostros de la misericordia, está compuesto por teselas que fundamentan teológica y pastoralmente la importancia de la misericordia en la vida cristiana, que el papa Francisco considera como “la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV 10).
La primera pieza de este mosaico nos la ofrece la profesora Marta García, con un estudio bíblico exhaustivo sobre el nombre de Dios como misericordia, basándose en los términos hebreos rahûm, hanûm, hesed, hmet, que nos hablan de la ternura, la fidelidad, la gratuidad, la paciencia… como fundamentos para establecer en nuestro mundo una cultura de la compasión.
Desde el enfoque moral, el redentorista Marciano Vidal estudia las obras de misericordia como estructurantes de la moral, tal y como aparece especialmente en los catecismos postridentinos del siglo XVI. Aunque posteriormente se optara por el esquema del decálogo, mostrándose un escaso interés por las obras de misericordia, que no ha sido recuperado hasta nuestros días.
A nivel pastoral, el teólogo Francisco Javier Elizari afronta la cuestión espinosa de la comunión de los divorciados vueltos a casar, abriendo las puertas de la misericordia a la situación de exclusión que hasta ahora bloqueaba este asunto.
El profesor José Moya, doctor en Psicología, estudia aquí la misericordia enraizada en la naturaleza humana, exponiendo que el cerebro humano está prediseñado para la misericordia, por ser capaz de amar, de sentir compasión, de proteger a los débiles y de preocuparse por los necesitados.
La última tesela del mosaico nos la ofrece Miguel Rubio, crítico de cine, quien se acerca a la realidad de la misericordia basándose en el análisis que realiza del filme La historia de Marie Heurtin (2015), de Jean-Pierre Améris, en la que nos muestra cómo la experiencia de la misericordia humana es reflejo del amor trascendente de Dios por la humanidad.
‘“Misericordia quiero…”’
El segundo mosaico, “Misericordia quiero…”, hace concreta la misericordia en las distintas formas de vida cristiana. La misericordia no es una idea abstracta, sino que necesita de rostros concretos que la hagan visible en el hoy de la Iglesia. Por ello, quizás hubiera sido más apropiado subtitular esta obra como Ocho rostros de la misericordia.
Los ocho testimonios que aquí se nos ofrecen, lejos de pararse en grandes disquisiciones, se limitan a narrar sus propias experiencias personales. La diversidad de sus vocaciones eclesiales (laicos, religiosos, presbíteros, obispos) conforman este nuevo mosaico, que se convierte en expresión particular de la belleza universal de la misericordia.
Cada uno de sus autores explicitarán cómo hacen que la misericordia sea la viga que sostiene sus vidas. Así, el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, realiza un recorrido por las obras de misericordia cargado de anécdotas de su tarea episcopal. La religiosa y biblista Dolores Aleixandre nos propone el estilo de la misericordia de Cristo, cercano incluso físicamente al dolor de la gente, y capaz de escuchar sin prisas, provocando la sanación del corazón.
Igualmente, Antonio García Rubio, párroco de Ntra. Sra. del Pilar (Madrid), narra su experiencia vocacional traspasada por la misericordia y los versos de Antonio Machado.
La vida religiosa está ampliamente representada por Luis Alberto Gonzalo, misionero claretiano, Pilar de Avellaneda, benedictina, y Carlos Gutiérrez, cisterciense, que ofrecen diversas vivencias en comunidades convocadas por la misericordia, que contemplan el amor de Dios en el silencio y lo celebran en la liturgia.
Por último, dos laicos –Rosario Paniagua, trabajadora social, y Enrique Lluch, profesor de economía– muestran el rostro de la misericordia en el mundo del trabajo y de la familia.
Dos lecturas recomendables para profundizar en este Jubileo de la Misericordia que venimos celebrando como auténtico Año de Gracia del Señor. La primera más teológica, la segunda más divulgativa, pero que se complementan y enriquecen mutuamente para ofrecer perspectivas diversas del concepto misericordia, que en sí es inabarcable desde un solo punto de vista.
Publicado en el número 3.003 de Vida Nueva. Ver sumario
